@ Festival de Festivales... o ¿prisión musical?
Como en otros años, me vine a Villa María desde mi Buenos Aires querido, para disfrutar del Festival de Festivales.
Imaginaba emocionarme con las sentidas letras y el decir de Teresa Parodi, con el excelso cantar de Jairo y con la humanidad de León Gieco.
Lo que no imaginaba era que cuando estábamos entrando, un policía nos obligara a dejar tirada en el piso una botella de una bebida saborizada y ante mi pedido de que me exhibieran una disposición municipal que avalara su accionar, dos señores de traje dijeron que ése era un lugar privado, dirigido por una empresa privada y que la Municipalidad no tenía nada que ver allí. Finalmente, en consideración a la gente de Villa María que me acompañaba y me había invitado al espectáculo, decidí hacer caso omiso al atropello que significaba este accionar de la seguridad.
Promediando el Festival, noté que había olvidado un medicamento en el auto. Entonces, intenté salir y por si acaso, le pregunto a una persona que estaba en las escalinatas de la entrada, si bastaba con mostrar la entrada para poder reingresar. Me deriva a gente de pecheras verdes que estaba en el acceso al predio. Primero, tratan de investigar de manera policíaca para qué quiero salir, luego, me siguen derivando hasta que viene un hombre de remera negra con apariencia de patovica, que me dice, de muy mala manera, a través de una valla, que puedo salir, pero no puedo volver a entrar.
Le explico entonces que necesito ir a buscar un medicamento al auto y me dice que no le importa. Entonces, le explico que más allá de haberme secuestrado una bebida que traía porque no puedo beber lo que venden en el interior del Anfiteatro (vino, gaseosas, cerveza... y mejor no hablemos del verdadero asalto que significan los valores a los que se vende), así como no tienen por qué obligarme a comer choripán y hamburguesas, porque mi salud me lo impide, más allá de todo eso, me impiden salir... le pregunté entonces si estaba concurriendo a disfrutar de un espectáculo o había comprado una entrada de valor exorbitante para ingresar a una prisión, eso sí, con buena música. Expresé con claridad que me parecía que la organización a la cual el señor de remera negra pertenecía, carecía de humanidad y era una verdadera mierda. Ese es el momento en que el patovica cruza la valla y se me viene al humo de manera prepotente e irracional, gritando desaforadamente que le estaba faltando el respeto. Primero me pregunté si querría que lo nombraran “empleado del mes” por su defensa a ultranza de la organización y luego le expliqué que quienes faltaban el respeto a la gente, en la cual me incluía, era precisamente la tan mentada organización. Un agente de la Policía intervino tibiamente, aunque creo que el patovica depuso su actitud porque no recibió el amedrentamiento como respuesta de mi parte.
He concurrido a muchísimos festivales y espectáculos masivos en diversos lugares del país y algunos del exterior, inclusive, puedo hablar muy bien de mis anteriores concurrencias a este Festival de Festivales y nunca fui tratado de semejante manera, con tal grado de inhumanidad, al punto que me obligaron a abandonar el Anfiteatro y no pude terminar de ver el espectáculo porque debía ingerir una medicación obligatoriamente.
La conclusión, esta organización es una vergüenza, si es que las medidas que se tomaron en contra de la libertad son fijadas por los jerarcas y es un verdadero descontrol si los patovicas que ponen para amenazar a la gente son los que deciden este tipo de cosas.
De cualquier manera, las disposiciones que parecen emanar de la organización y las formas empleadas por el personal son atentatorias contra la libertad de las personas.
Eduardo Fernando
DNI: 8447440
@ Enamorada de Villa María
Para mi querida “Villa”: realmente, qué linda estuviste este verano, cuántas actividades culturales y de entretenimiento para los chicos y los no tan chicos.
Esa medioteca nos deslumbró semana tras semana. Lo mismo las chicas de la Municipalidad que nos llevaron a conocer el nuevo Aeropuerto y a probar los exquisitos quesos de nuestra región.
Felicitaciones y que se siga repitiendo.
Una villamariense orgullosa.
Mirta Villarroel
DNI: 3605689
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