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El fiscal Atienza en el centro junto al comisario Mayor Daniel Ferreyra y el Mayor Sergio Acosta |
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“Estamos satisfechos porque esta historia tuvo un final feliz”. De esta manera, el fiscal Gustavo Atienza comenzó ayer la conferencia de prensa alusiva al operativo de rescate de una menor de 14 años que fuera inducida por un mayor de 40 (conocido como José Alberto C.), para fugarse de su casa y trasladarse a Buenos Aires.
En el primer piso de la sede departamental de la Policía provincial, el funcionario judicial se presentó ante los medios locales junto al comisario Mayor Daniel Ferreyra y el Mayor Sergio Acosta.
Sin aportar demasiados detalles sobre lo publicado acerca de la causa, Atienza relató el proceder de las fuerzas actuantes y despejó dudas respecto a un caso de trata de personas.
“El pasado martes 22 -narró- se dio anuncio de la fuga de una menor, tras la denuncia de su familia, aunque suelen ser normales las fugas momentáneas de menores. Con el paso de las horas se ratificó el hecho y la probable intervención de un mayor de edad que la hubiese inducido a retirarse del seno de su hogar y la patria potestad de sus padres.”
Como datos relevantes, indicó que se conocían “desde un tiempo muy largo, casi más de un año”, a través de un “chat” (sistema de conversación personal por medio de Internet) y que la adolescente se hallaba “en conflicto” con sus progenitores.
El imputado no ofreció resistencia
La investigación y el operativo de búsqueda demandaron 72 horas que finalmente culminaron con un saldo positivo. “Fueron días muy difíciles y con una misión que consistía en encontrar una menor en una urbe enorme”, graficó.
Comisionados al rastreo, los jefes policiales Ferreyra y Acosta junto al oficial Principal Lucas Dagatti se dirigieron hacia Capital Federal, ayudados por la Fiscalía y fuerzas provinciales y bonaerenses. El comisario Ferreyra, asignado a la logística de calle, señaló que el captor, quien se hallaba junto a la menor en un departamento alquilado en proximidades de Once, “no ofreció resistencia porque tampoco se le dio oportunidad”.
Según se informó en este medio el domingo pasado, varios móviles policiales -de la Metropolitana, junto al personal villamariense- arribaron en últimas horas del viernes a la dirección detectada por pesquisas, en calle Urquiza al 100 del barrio capitalino y hallaron a ambos sujetos en una habitación. La menor, encerrada bajo llave.
La menor, con su familia
Sin ahondar en detalles, Ferreyra indicó que el seguimiento se desarrolló a partir del entrecruzamiento de datos y comentarios suministrados por amistades de la joven.
La adolescente, acotó Atienza, se encuentra actualmente contenida por su familia. Mientras que el captor -oriundo de Buenos Aires- se encuentra preso, derivado a la Establecimiento Penitenciario Nº 5 de nuestra ciudad, e imputado por: “rapto impropio -privación de libertad específica- con consentimiento de la menor, por ocultamiento de una menor, por aprovechamiento de su inmadurez y con la aparente intención del menoscabo de su integridad sexual, aunque no está confirmado”.
José Alberto C., según expresó el fiscal, “cuenta con antecedentes policiales pero no dentro de este tipo de delitos”. En el transcurso de esta semana, será indagado por dicha oficina judicial para que preste las declaraciones pertinentes.
Respecto a la adolescente, Atienza precisó luego a EL DIARIO que “se decidirá el momento adecuado, junto a nuestro grupo de psicólogos, para que declare. Porque ahora se convertiría en una revictimización”, agregó.
No se vincula a la trata
Consultado sobre un posible caso de trata, el fiscal aclaró en conferencia: “Se hizo interconsulta con el fiscal Julián Falcucci, del Juzgado Federal, quien entendió que las circunstancias no ameritaban esa situación. No se sospechaba de comercialización con fines de explotación, porque la menor tuvo vías de comunicación, aunque el imputado actuaba al límite”. “Podríamos emparentarlo casi con un secuestro”, diría después a este medio.
Interrogado por nuestro cronista sobre la veracidad del rastreo que realizara en Capital Federal el propio padre de la menor, sin el consentimiento de la Policía, Atienza señaló simplemente que no tiene información al respecto.
El fiscal habló “como padre”
“Debemos cuidar a nuestros chicos”
Con emoción contenida, el fiscal se corrió en un momento del relato del operativo y realizó un llamado de atención a los mayores, “desde la experiencia y como padre de un adolescente”.
Debemos atender toda la actividad de nuestros menores con lo que realizan en la computadora y el contacto que pueden tener con otras personas. Aunque no hay que fustigarlos ni incidir negativamente en ellos, porque podemos crear una reacción en contra”.
En diálogo con este medio, Atienza que es la primera vez que debe enfrentar un caso de estas características, aunque reiteró que se han vuelto normales las huidas de jóvenes. “La familia está en crisis, por eso debemos cuidar de nuestros chicos”, añadió.
Con el mismo tenor agradeció ante los medios a todas las fuerzas actuantes, que cristalizaron una “cadena solidaria de voluntades”: el juez de rogativas Alejandro Cena y el juez Gabriel Pérez de Buenos Aires, el jefe de la Policía Metropolitana, el departamento de judiciales de la SIDE, el comisario Mayor de la Policía provincial Ramón Frías, el inspector y jefe antisecuestros Daniel Nis, el jefe Mayor de inteligencia criminal Sergio Comugnaro, la sección de informática de la Policía Judicial y las empresas de telefonía celular “que prestaron urgente colaboración”.
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