Con la presencia del gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, se cerraron el martes a la tarde los festejos del Centenario de Justiniano Posse, que habían comenzado el día sábado.
Una multitud, entre los habitantes del lugar y los que llegaron de la región, se dio cita en cada jornada, desde el mismo comienzo de los actos carnavalescos, el día sábado.
Desfile de comparsas y carrozas del lugar y de la zona ganaron las calles del pueblo, con la música de bandas locales y la actuación especial de la comparsa “Capricho de los Dioses”, de Villa Nueva.
El primer día de fiesta se cerró con las canciones del conocido intérprete melódico Fernando Bladys y con la presencia de más de siete mil personas que colmaron la avenida de Mayo, frente a la plaza Manuel Belgrano, espacio donde se desarrolló la mayoría de los acontecimientos.
El día domingo, a las 20.30, comenzó a sonar la música con bandas locales y la actuación de César Fernández. Iba a ser una noche larga.
Después subió al impactante escenario Fabricio Rodríguez y Mr. Mojo.
El músico villamariense cautivó al público (otra vez siete mil personas aproximadamente) y debió repetir varias veces antes de poder despedirse, hasta que interpretó en tono de rock el popular tema de “La Mona” Giménez, “Quién se ha tomado todo el vino”. Allí fue cuando recibió una verdadera ovación.
El humor llegó de la mano de Víctor Quinteros y fueron muy festejados sus cuentos y sus ocurrencias.
El broche de oro de la noche del domingo estuvo a cargo del reconocido y vigente cantautor León Gieco, quien brindó un excepcional recital de casi dos horas y media.
Y la noche le dio paso a la madrugada. Eran las 3.30 del día lunes, otro día que iba a ser muy especial.
Esa noche, en la explanada del viejo ferrocarril, donde nació el querido pueblo hace 100 años, iban a ganar el cielo los espectaculares fuegos artificiales.
Diez segundos antes de la 0 hora, diez segundos antes de llegar el día del cumpleaños, se hizo la cuenta regresiva con seis mil almas que iban contando esos emotivos instantes a toda voz, a gargantas entrecortadas.
Y a la 0 en punto el cielo bajó a Posse para festejar con su gente. Los fuegos artificiales fueron una maravilla, una ráfaga de siete minutos que parecía eterna.
Ya se habían vivido tres jornadas inolvidables, pero el mismísimo 1 de marzo, día del nacimiento del pueblo, se desarrollaron los actos protocolares y oficiales y fue el intendente Víctor Gerardo Zuin quien los presidió y le dio la bienvenida al gobernador de la provincia, Juan Schiaretti.
Las ceremonias comenzaron por la mañana y se extendieron hasta la noche, cuando se cerraron con el acto central en la estación del ferrocarril.
Durante el día hubo ofrendas florales en el cementerio local, se ofició la Misa del Centenario en la parroquia y se inauguró, para que quede en la historia, del Muro del Centenario, entre otras actividades.
Posse descansó ayer y aún sonaban los ecos de la fiesta inolvidable.