Hoy a las 22 volverá a montarse la Milonga Tango Show en el club Almagro (Santiago del Estero 576), a cargo de la hacedora Marisel Zalazar.
La coordinadora del espacio que, según ella, logró "mezclar a dos públicos diferentes: los tangueros y los milongueros", conversó con EL DIARIO acerca de su afinidad con "el dos por cuatro" y su aquerenciamiento, luego de un arduo trajín, en nuestra ciudad.
Oriunda de la ciudad entrerriana de General Ramírez, se radicó hace ocho años en Villa María, cuando decidió adoptar nuevos aires, dejando atrás el estrés laboral y el sufrimiento por pérdidas familiares. "Vine aquí porque había una pareja amiga que se había instalado pero al poco tiempo se volvió. Al igual que una de mis hijas que no se pudo adaptar. Yo me quedé, saqué fuerzas de donde no tenía y me lancé hacia el arte", comentó Marisel.
A dos años de su residencia, recuerda, comenzó a integrarse en la comunidad local, compartiendo reuniones con sus clientas (Zalazar es estilista) y asistiendo a un taller de pintura de Ana María Bertolotti. Al poco tiempo, y luego de cantar tango por primera vez y en un evento íntimo, retomó su amor por la música ciudadana. "A los 15 años conducía un programa de radio llamado 'Siglo XX' donde pasaba tangos y comentaba algunas canciones", relata Marisel, cuyo único rastro hereditario es la afición paterna por la milonga.
En principio fue alumna del ballet de Yanina Zanellatto y luego del taller de Tango Canción de Alberto Bacci en el PEUAM, hasta que se decidió de lleno por el canto junto al virtuoso guitarrista Mario Bustos, quien fuera su maestro por cuatro años. Con él, el bandoneonista Oscar Bravín y (en ocasiones) la guitarrista Nidia Cabello, giraron por la provincia durante tres años. "Soy una cantante mediocre, del corazón", se sincera Zalazar.
“Sacarse la vergüenza”
Consciente de sus limitaciones, optó por combinar la pintura con la música dedicando una colección de cuadros sobre tangos. "Me dije: si no puedo bailar, canto y si no canto, pinto", sentenció.
Respecto a la milonga, Marisel decidió tomar la posta dejada por su ex socio y colega Mario Almada en la extinta tanguería "Se dice de mí". En el flamante espacio, que abriera el año pasado, comulgan aquellos que desean sólo escuchar las melodías con quienes no ven la hora de despuntar la pista. "Los milongueros eran reacios al principio. Cuando fui a algunas academias a hacer promoción me decían que no iba a andar. El tema está en sacarse la vergüenza y no fijarse si uno sabe más que el otro, si se equivocó en un paso o el músico se pasó de tono. El tanguero suele ser bastante prejuicioso por eso hay que disfrutar el momento y reírse de nuestros errores", reflexiona.
Ante el titubeo inicial de los asistentes, ella comenzaba a dar los primeros pasos en la pista y, de a poco, fue como los demás le imitaron el gesto. En cada velada, Marisel recibe en la puerta a los espectadores, uno por uno, a modo de tantear de antemano la demanda del público.
"La gente no sabe pero yo puedo ir con dolores o enferma a la milonga porque tiene que hacerse. Y trabajo varios días antes de cada velada en mi casa, que la brindo a los bailarines y músicos. A pesar de ser un mundo de hombres, me llevo bien con ellos y me respetan mucho", agrega.
Lo que no aceptaría, y dejó bien en claro, es contratar a artistas que sólo van por el caché. "Necesito personas que me acompañen y que saben que de lo que se recaude algo se repartirá entre los que actúan", acota.
La grilla para el resto del mes será: 13 y 20 de marzo. Se harán tres veladas por mes.
Hoy. Comenzará con un show en pista de Darío Falco y Tania Coronda. Luego se festejará el cumpleaños de un joven milonguero (Gabriel Streuli) y luego actuarán el cantor Antonio Morel, Bravín y el pianista Hugo Barroso.
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