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Julio Sosa relata la historia de desamparo que lo llevó a vivir a la vera de un camino rural |
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Hace tres meses, el matrimonio Sosa llegó desde Entre Ríos, por recomendación de amigos, a trabajar a un matadero de la zona con la esperanza de recomponer la situación adversa que atravesaban en su provincia. Le ofrecieron el empleo y la casa, pero las cosas no anduvieron bien.
Por razones que Julio Sosa prefiere no explicitar, se quedó sin el empleo y con sus pocas pertenencias en la calle.
Ante ese hecho, Julio Sosa y su mujer -el hijito que vivía con ellos lo enviaron de unos familiares- se instalaron en la cuneta de un camino rural de la zona de Los Zorros.
“La verdad, no tenemos nada. Cuando pusimos las cosas acá, no teníamos ni la lona que ve ahora para cubrirnos”, dijo Sosa a EL DIARIO.
Así, a la intemperie y lejos de sus familias, atraviesan uno de los peores momentos de sus vidas.
“No tenemos comida ni agua. Hay gente buena que pasa por acá. Un transportista nos trajo estos bidones con agua, un tractorista nos regaló la lona y así estamos, esperando el momento de conseguir un trabajo”, dijo.
Ya habló con gente de la zona. Es tractorista, maquinista, maneja conocimientos de inseminación y además, trabajó como tambero, pero sólo tiene promesas del empleo que necesita ya. “Si me ofrecen algo en el pueblo no sabría qué hacer. Siempre trabajé en el campo”, dijo Sosa, con amargura, porque se siente fuerte a sus 50 años y no puede explicar la impotencia que le provoca no poder alimentar a su familia.
Bajo esa lona, está la cama, una mesa y algunas sillas plásticas. También tiene un televisor y algunas cajas con ropas.
No tienen, por supuesto, baño ni posibilidad de higienizarse correctamente por la falta de agua y de privacidad.
“La gente que pasa es buena y nos acerca cosas, pero hoy, por ejemplo, no tenemos ni qué comer”, dijo.
La mujer de Sosa no quiso salir de ese espacio. Teme que también los saquen de ahí.
“Conocemos poca gente y la verdad, estamos desprotegidos. Quisiera trabajar, es lo único que pido”, repitió.
Quien quiera ayudarlos, puede comunicarse al 03534-15653610, que es el teléfono celular de la familia que desea que estos días pasen pronto a la historia, para recordarlos sólo como un mal momento de sus vidas.
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