El titular de la Secretaría de Gobierno Rafael Sachetto y su par de la Legal y Técnica Mauro Beltrami, recibieron ayer un “no” como respuesta de la Democracia Cristiana a la idea de unificar los comicios locales con los nacionales, el 23 de octubre próximo.
El titular del partido opositor, Luis Cruchinho, y sus colaboradores, se mostraron partidarios de respetar los plazos establecidos en la carta Orgánica Municipal, según pudo saber EL DIARIO.
De cualquier manera, tal como sucedió con los encuentros anteriores con los representantes de la Unión Cívica Radical y del frente Cívico y Social, las partes quedaron conformes por “el clima de diálogo y convivencia civilizada” en el que transcurrió el cónclave.
Sachetto y Beltrami indicaron que en caso de unificación, el Estado municipal se ahorraría mucho dinero al no tener que hacerse cargo de la organización del los comicios. También sostuvieron que habría un mayor grado de participación ciudadana si se votara solamente en dos ocasiones en el año y no en tres. Pero la negativa de los interlocutores democristianos no varió. Para ellos, la COM es sabia al establecer que la elección local no debe verse impregnada por las preferencias de los vecinos en el marco provincial ni en el orden nacional.
Así las cosas, a los funcionarios no les queda en agenda más que la convocatoria al Partido Justicialista y a Juntos por Villa María, de Darío Capitani. Luego, con el informe sobre la mesa, será el intendente Eduardo Accastello quien deberá tomar la decisión final. Y parece difícil sino imposible que se pueda cumplir a rajatabla lo que marca la ley fundamental de la ciudad. Porque, ¿cómo se hace para cumplir con el artículo 194 de la COM (“Las elecciones de las autoridades municipales deberán efectuarse por lo menos 60 días antes o después de toda otra elección nacional o provincial...”) con elecciones a finales de julio o principios de agosto (las provinciales) y a fines de octubre (las nacionales). Es más el mismo artículo agrega que las elecciones locales deben ser “entre 90 y 45 días antes de la expiración del mandato de las autoridades en ejercicio”, es decir, principios de diciembre. Un auténtico juego de ingenio.