María Luz Foguet Passer, nacida en Villa María y radicada en México desde 2006, tenía la vida de cualquier adolescente de su edad.
Con sueños de cantante pop y obligaciones escolares y laborales, sus días transcurrían entre su casa y el centro estético que su madre Mónica Lelia regentea en la ciudad mexicana de Veracruz.
El miércoles 23 de febrero, luego de cumplir con su horario de trabajo en un estudio contable, nadie supo más nada de ella.
El último rastro que dejó fue la llamada por teléfono a una amiga pidiéndole que la espere en un lugar al que no llegó jamás.
Con su desaparición confirmada, sus familiares se abocaron a una búsqueda que incluye la movilización de efectivos policiales, funcionarios judiciales y hasta representantes de organismos internacionales (desde Argentina intervino la diputada Nora Bedano y en tierra azteca la embajadora Patricia Vaca Narvaja).
Hasta ayer los intentos por dar con María Luz han sido infructuosos. Las hipótesis sobre su desaparición son muchas.
Los familiares temen que la joven haya sido atrapada por una red de trata que opera desde el puerto de Veracruz y que utilizaría como fachada ficticia un estudio de grabación existente en esa ciudad.
Casualmente (y esto alimenta las sospechas), María Luz estuvo en ese espacio donde habría sido tentada para grabar jingles para ringtones.
Más allá de las conjeturas, su destino y situación actual siguen siendo una incógnita.
Por ello, sus padres han dispuesto el número telefónico de emergencia 01 22 91 78 68 96, para recibir cualquier dato que pueda contribuir con la investigación.