Las puertas del gimnasio del Colegio Nacional se cerraron para los jugadores del SOS Villa María Vóley. Fue el corolario de una historia de incumplimientos por parte de la comisión del equipo deportivo, que se había vinculado a la Cooperadora del establecimiento educativo, propietaria y administradora del gimnasio, en un contrato firmado en noviembre pasado.
Mediante ese convenio, la dirigencia se comprometía a realizar diferentes obras, tasadas en alrededor de 150 mil pesos, a cambio de que la Cooperadora escolar le cediera ese espacio para la utilización en entrenamientos y partidos.
Desde la conexión del gas, revoque de paredes y arreglos de goteras hasta la construcción de una habitación que devendría en sala de kinesiología y de dictado de charlas, se comprometió la gente del SOS al suscribir el convenio. Sin embargo, nada de eso sucedió. Sólo colocaron doce reflectores. “Creemos que lo hicieron para poder transmitir los encuentros en ESPN, emisora que le debe haber pedido cierta iluminación. Ahora nos enteramos que el municipio se quiere llevar esos reflectores, porque se los había dado en comodato, algo que nosotros desconocíamos”, dijo una fuente de la institución de calle Santiago del Estero.
El colegio -a través de su Cooperadora-, aseguran, fue cauteloso y evitó dar a conocer la situación públicamente para evitar un escándalo. En diciembre, al ver que no había signo alguno de comienzo de obra, llamó la atención a la comisión de vóley; algo que se reiteró en enero, cuando encontraron como respuesta que se “esperaba un subsidio”.
Hubo envío de cartas documentos y ante la ausencia de respuestas, se constató con una escribana la ausencia de las obras detalladas en el contrato.
Los miembros de la Cooperadora se esperanzaron cuando se conformó una comisión de apoyo del SOS que prometió responsabilizarse por estas cuestiones.
“De buena voluntad, la Cooperadora le habilitó nuevamente el gimnasio y ellos se presentaron con un borrador en el que estipulaban que asumirían ciertas responsabilidades, no todas”, confió uno de los consultados por EL DIARIO.
El 1 de marzo llegaron a un acuerdo de palabra, pero el contrato nunca se firmó, ya que los integrantes de la comisión no concurrieron a la escribanía que señalaron desde la escuela.
Ante el paso de los días sin respuestas, la Dirección y la Cooperadora del IPEM 275 ex Nacional le impidió el acceso a los miembros del grupo deportivo. No obstante, ayer se enteraron que anunciaban dictado de cursos. “No puede ser que sigan disponiendo del gimnasio”, se quejaron al unísono en la institución secundaria.
La Universidad Nacional y el CIEF venían alquilando el gimnasio desde hace un par de años, sin inconvenientes y pretenden continuar haciéndolo. Además, los 1.100 alumnos del establecimiento necesitan el espacio.
Desde la Cooperadora consideran que fueron estafados por el SOS.