Escribe: Juan Manuel Gorno
No era la forma, el momento ni la posición para perder. Pero Plaza Ocampo parece un lugar incómodo para Alumni, que volvió a defeccionar ante su público y permitió otro resurgir entre las cenizas de un rival peligroso: Desamparados de San Juan.
Cuando casi nada hacía presagiar otra derrota de local, un grosero error individual, a los 47 minutos del segundo tiempo, le dio la victoria (2-1) al visitante, que se fue con tres puntos como antes lo hizo Juventud Antoniana, otro que revivió en el escenario municipal.
Así, el conjunto rojo y blanco llegó a cinco partidos consecutivos sin triunfos, quedó más complicado en la tabla y dejó escapar una buena oportunidad para fortalecer su ánimo, pese a que venía de obtener un buen punto en Córdoba.

@ Medio partido

El yerro de Nahuel Caler, en el final del encuentro, permitió que un jugador recién ingresado, Santiago Ceballos, inclinara el marcador a favor del equipo sanjuanino. Sin embargo, más allá de la falla, no es el central de Alumni el culpable de todos los males.
El equipo conducido por Mauricio Magistretti dejó pasar casi un tiempo para sacar a relucir su potencial, sin menoscabar la producción del visitante que, a priori, cuenta con una mayor jerarquía individual, sobre todo en el mediocampo.
Lo concreto es que en ese período inicial, Alumni fue un equipo largo, partido al medio. Anduvo penando por controlar la pelota y debió retroceder más de la cuenta para recuperarla, cuando fue el visitante quien intentó jugar con pases cortos y al pie.
El desplazamiento de Luciano Córdoba por izquierda, la movilidad de los volantes ofensivos -Silvio Molina y Mariano Núñez- y la velocidad de Juan Pablo Fernández fueron la clave del dominio sanjuanino en grandes pasajes de la etapa.
Como reflejo de ello quedaron situaciones dilapidadas por Desamparados, primero con Núñez -tras proyección y centro de Lucas Ceballos-; después con el “Colorado” Córdoba -quien remató cruzado y lejos- y finalmente con el “Pala” Fernández, que hizo revolcar a Chiarini.
Lo de Alumni era totalmente diferente porque la última línea demoraba la salida y, ante la poca disposición en el juego que hubo en la zona media, sólo había que limitarse a observar alguna intención personal de Facundo Basualdo o Víctor Rena.
Magistretti debió introducir variantes para cambiar esa postura. Mandó al debutante Juan Aimar de enganche para que Walter Estrada jugara por afuera y metió a Carlos Arias en lugar de Pérez, quien tenía inconvenientes para recuperar por su sector.
Recién allí el equipo tuvo una leve mejoría y no se dejó llevar por delante.

@ Gol y sorpresa

Alumni fue otro en el segundo tiempo. Salió a jugar más decidido e inmediatamente llegó al gol, al minuto nomás, cuando Estrada llegó hasta el fondo por la izquierda y envió un centro corto que Rena capitalizó de cabeza para definir sin problemas.
Ese golpe resultó un masazo para el visitante, que intentó adueñarse nuevamente del mediocampo, aunque sin la profundidad que buscaba.
Lo curioso es que Alumni retrocedió demasiado temprano y, si bien generó una buena acción de contragolpe (Arias remató al cuerpo de un defensor tras pase atrás de Rena), tuvo una desatención que pagó caro, cuando Fernández se fue por la derecha y terminó derribado por Diego Villagra.
El árbitro mendocino, Alejandro Arco, vio un claro penal, aunque la infracción pareció afuera del área. Poco le importó a Molina, quien ejecutó la pena máxima con maestría -al palo izquierdo de Chiarini- y colocó el empate, a los 19 minutos.
¿Era negocio para el visitante? No tanto, pero resultaba un problema para Alumni, que se dio cuenta y volvió a tomar la posesión con el ingreso de Matías Bolatti, en lugar de Aimar.
De a poco se fueron encontrando los caminos hacia el arquero Pablo Pelayes, quien debió estirarse para desviar un tiro de emboquillada de Arias. Y dos minutos después hubo una acción determinante: tiro libre en la puerta del área -por clara infracción a Rena- y Estrada remató con violencia, pero la pelota reventó un palo y, en la réplica, el propio volante de Alumni tuvo que frenar con falta, entonces vio la segunda amarilla y se fue expulsado.
Pese al bajón, el hombre de más no se notó en Desamparados. Incluso, a los 37’ Alumni generó otra situación cuando Fernando José envió un centro y Rena cabeceó por encima del travesaño.
En ese entusiasmo por ganar más allá de la adversidad, apareció una situación para el visitante que Caler, con su error, no pudo subsanar. Por eso Santiago Ceballos aprovechó la pifia y definió por encima de Chiarini. La gente se tomó la cabeza, se quedó sin palabras y se puso a pensar en cómo digerir el almuerzo, cuando la bronca es el condimento más fuerte.

La figura
Luciano Córdoba fue lo más parejo de Desamparados; resultó clave para recuperar y estuvo atento en la distribución desde la mitad de la cancha. En el visitante también complicó Fernández. En Alumni se destacaron Walter Estrada (antes de la expulsión y cuando pasó de volante por izquierda) y Víctor Rena, quien marcó un gol y fue lo más preocupante para la defensa sanjuanina.

El árbitro
El mendocino Alejandro Arco dejó una gran duda en el penal, ya que pareció que la infracción de Villagra sobre Fernández se dio afuera del área. Estuvo bien en la expulsión de Walter Estrada, aunque perdonó a Fernández cuando simuló otro penal y estaba amonestado por otra acción similar.