Se realizó el martes último en Arroyo Algodón el acto de entrega de créditos rotativos para 19 pequeños productores lecheros de la cuenca, otorgados por la Subsecretaría de Agricultura Familiar.
Se trata de préstamos de 8 mil y 4 mil pesos que fueron utilizados para la compra conjunta de semillas de alfalfa de primera calidad.
“Una de las condiciones para acceder al crédito es el asociativismo”, explicó Sergio Dequino, titular del INTA Villa María.
Es por eso que el grupo, conformado tiempo atrás, ya había recibido un crédito de esta naturaleza para la adquisición de balanceado.
“Además del ahorro, consiguieron semillas de primera calidad, lo que es una apuesta a mejorar al sector más marginal de la lechería, porque estamos hablando de productores de menos de 1.500 litros”, agregó Dequino.
Si “no hay inconvenientes”, se terminará de devolver en julio -son cuatro cuotas- y analizan la posibilidad de aportar una quinta cuota para hacer un fondo y seguir trabajando asociados.
Otto Wester, referente local de la Subsecretaría, destacó el trabajo en grupo de los productores lecheros y adelantó que están abordando una tarea similar con horticultores.
A su turno, David Rosso, delegado en Córdoba de la Subsecretaría dijo que “en general, uno ve al Gobierno en una persona, pero debemos saber que el Estado es una correlación de fuerzas” y valoró que en el ámbito donde se desempeña, productores más chicos, que no tienen más que 50 cabras, aprueban créditos de este tipo.
Participaron del acto autoridades municipales de Arroyo Algodón y de instituciones vinculadas a la lechería, además de los productores que recibieron el crédito.

María Helena Prataviera junto a su esposo tiene una producción lechera de 900 litros diarios, en la zona de Carrilobo, sobre campo alquilado.
Además, cuenta con una pequeña fábrica en la que hacen quesos duros y saborizados.
“Para nosotros es un beneficio porque de esta manera conseguimos buenos precios y se nos hace más fácil seguir con el emprendimiento”, dijo.

Omar Praga es un productor que con “buen clima” llega a 1.700 diarios en el establecimiento que comparte con su hermano en Arroyo Algodón.
“Es muy bueno este aporte porque nos da una manito para seguir adelante”, afirmó.
“A nosotros se nos hace difícil porque todavía tenemos una familia chica y hay que mandar a los chicos a la escuela. Pero bueno, alcanza para seguir tirando”, dijo.