Pablo Daher, responsable técnico de la UEDAP (Unidad Experimental Dekalb de Alta Producción) recorrió con EL DIARIO Rural el campo en Cárcano donde la semillera dependiente de Monsanto investiga para aplicar el desarrollo en los suelos de la región.
“Por ahí tenemos mucha información de otros lugares, pero es necesario conocer cómo se aplican esos datos en cada zona”, dijo Daher, al dar a conocer los objetivos de las UEDAP en cada lugar del país.
El centenar de productores que recorrió las estaciones pudo ver los híbridos desarrollados por la empresa, los avances en biotecnología, la aplicación de buenas prácticas agronómicas y el proyecto de agricultura sustentable.
“Contrario a lo que se dice, Monsanto trabaja para duplicar la producción, pero teniendo en cuenta la calidad de vida y la conservación y mejora de los recursos naturales, porque nosotros no queremos hipotecar el futuro”, aseguró Daher.
En lo que hace al proyecto denominado 2X, trabajan en el crecimiento de los rindes en cultivos de soja, maíz y algodón.
“Para lograr ese objetivo, nos basamos en la genética, en la biotecnología, que es donde hacemos bastante hincapié mediante la incorporación de protección de eventos (presentaron un nuevo producto para protección subterránea, aérea y contra el gusano punto de espiga) y en las prácticas agronómicas”, dijo.
En ese último punto, señaló que pese a que la agricultura es eficiente, se podría mencionar como problemático “algunas deficiencias, como la utilización de híbridos que no son de punta y la subaplicación de dosis de fertilizantes”, señaló.
“Otro problema es el escaso nivel de rotación. Hoy se siembran 20 millones de hectáreas con soja y 3,5 millones con maíz. Para que sea sustentable, es necesario al menos el 50%”, agregó.
Dijo también que es difícil para los productores que arriendan, que son un gran porcentaje. “Para hacer sorgo u otros cultivos hay que invertir. Y el que alquila, ya invirtió lo que tenía, pagando ese alquiler”, aseguró Daher.

Paradas

En el recorrido, la primera parada que pudieron observar los productores es la de híbridos de maíz puestos en la práctica en dos lotes: uno con las mejores condiciones y otro, en las peores. “Este último nos enseña mucho, porque hay campos que naturalmente tienen esas características y es bueno saber que es posible un rinde estable con un buen híbrido”, dijo Daher.
No ocultó su satisfacción por haber logrado rindes de 110 quintales en un año en el que llovió la mitad del promedio.
En la otra parada, donde se mostraron los avances de biotecnología, dieron a conocer el producto triple evento.
Otra de las paradas mostraba gráficamente el incremento de los rindes de los últimos años, rumbo a lo que esperan concretar en 2030.