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| Díaz junto a los abogados Murugarren (izquierda) y Gilli. La confesión del jornalero ticinense le permitió acceder a una condena levemente superior al mínimo previsto por la ley para el grave delito que se le atribuía |
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Cuando todo hacía presagiar que el proceso oral concluiría recién hoy, Jorge Omar Díaz confesó los hechos que se le atribuían y precipitó el final de un caso que, en su momento, conmovió a la opinión pública de la localidad de Ticino.
Quizás vislumbrando que las pruebas en su contra lo iban a dejar expuesto a una condena mucho más severa, este jornalero de 40 años de edad terminó por admitir que había sometido a sus bajos instintos a una menor, integrante de su entorno familiar, en diferentes hechos registrados entre febrero y noviembre de 2009, cuando la víctima tenía 13 y 14 años.
Sin agregar detalles de lo sucedido en aquellos sórdidos episodios, Díaz reconoció su culpabilidad y provocó que el juicio se simplificara en su desarrollo, con lo cual se omitió la recepción de seis testimonios que debían tomarse durante la jornada de ayer, en la segunda audiencia de debate.
Cabe recordar que el disoluto individuo llegó a juicio acusado como presunto autor de “abuso sexual con acceso carnal” calificado (por el vínculo) y continuado (por el transcurso del tiempo), un delito que es castigado con prisión de ocho a 20 años. Y en la víspera, luego de su confesión, la Justicia lo declaró culpable.
Pidió declarar
Pese a tratarse de un proceso de instancia privada, que por esa misma razón se llevó a cabo a puertas cerradas (es decir, sin acceso del público ni de los medios de prensa a la sala de audiencias), EL DIARIO pudo saber que, a poco de comenzado el debate, Díaz pidió declarar y al exponer ante el tribunal y las partes reconoció haber cometido los hechos tal cual estaban descriptos en la acusación formulada por el fiscal que instruyó la causa, Gustavo Atienza.
“A confesión de parte, relevo de pruebas”, dice un viejo refrán. Y sobre esa base, el fiscal de Cámara subrogante, Horacio Vázquez, solicitó una pena de ocho años y medio de prisión al formular su alegato.
Por su parte, el abogado Gustavo Murugarren (uno de los codefensores de Díaz, junto a Lorenzo Gilli), no tuvo otra alternativa que adherir al requerimiento del acusador público, como paso previo al veredicto dictado momentos después por el camarista René Gandarillas.
Cuando el secretario Roberto Jue daba pública lectura a la parte resolutiva de la sentencia, algunos familiares de Díaz -que se encontraban en la sala- se manifestaron con gritos y lágrimas ante el fallo condenatorio, aunque no hubo que lamentar incidentes.
En julio de 2015
El jornalero ticinense se encuentra detenido desde el 19 de noviembre de 2009 y la de ayer fue la primera sanción judicial que recibe, lo que implica que se trata de un convicto primario. Por ese motivo, podrá acceder a la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la condena impuesta.
Los dos tercios de ocho años y medio son cinco años y ocho meses. Y como Díaz ya purgó poco más de un año y cuatro meses, deberá pasar otros cuatro años y cuatro meses entre rejas para poder acceder al citado beneficio excarcelatorio, siempre y cuando observe buena conducta durante el período de detención.
De no mediar otras circunstancias, el confeso violador estará en condiciones de dejar el penal de barrio Belgrano el 19 de julio de 2015.
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