Fue como una despedida, un gracias enorme por lo que dieron y como se brindaron. Una forma de despedirlos de la mejor manera, luego de haber pasado por la ciudad durante toda una Liga, en gran parte del tiempo penando por la falta de respuestas a su contrato. En el último mes, cuando tomó la posta una comisión de apoyo, recibieron mejores cuidados, algunos mimos y el cariño de mucha gente, además del cumplimiento de haberes que quedaron en el camino y que otros prometieron y no pudieron pagar.
El plantel del Villa María Vóley ensayó ayer una despedida conjunta en un almuerzo compartido con colaboradores, comisión de apoyo y amigos. Una gran parte de los jugadores y staff técnico ya han emprendido el camino a sus respectivos lugares. Quedó la impresión de que se pudo llegar más arriba, lo demostraron en cada cancha. Queda la sensación de que dejaron todo y ganaron mucho más que ese quinto puesto final y todo el cariño de la gente. Todo lo que vivieron este último mes, debería haber sido una constante desde que llegaron al equipo, seguramente si el final hubiera sido otro, tal vez el balance, hubiera sido distinto.