Carlos Becerra, dirigente de la Unión Cívica Radical, estuvo ayer en Villa María manteniendo una serie de reuniones con el precandidato a intendente Miguel Olaviaga y el equipo técnico.
“Confío en que Miguel va a ganar las internas del radicalismo, lo que le va a representar un formidable desafío por una parte y le dará a la ciudadanía villamariense la posibilidad de elegir entre dos alternativas bien diferenciadas”, dijo Becerra, en alusión a Olaviaga y al actual Gobierno municipal.
“El Gobierno de (Eduardo) Accastello se funda en trabajar con fondos que llegan de la Nación para hacer obras que no son necesariamente malas, pero, según me explican los técnicos de Olaviaga, dejan de lado prioridades de la ciudad”, afirmó. “En cambio, el modelo de construcción de nuestro dirigente se basa en la participación. Es un modelo inclusivo que va a permitir a los ciudadanos villamarienses definir las prioridades de acción”, remarcó.
En el orden provincial, señaló que de los dos candidatos a gobernador “se presenta a Oscar Aguad como el número puesto. Sin embargo, Dante Rossi -el postulante que apoya Becerra- es un joven con convicciones que da respuesta a los principales reclamos que le hacen al radicalismo, porque tiene sensibilidad social, actualiza los nuevos escenarios políticos y representa claramente una renovación en el partido”.
De todos modos, considera que el proceso interno es “muy saludable” para el partido radical, lo que, a su criterio, lo diferencia de otras fuerzas políticas.
“Luis Juez elige a dedo a sus candidatos y después se sorprenden cuando encuentran entre sus filas un hombre que en su actividad privada comete hechos reñidos con la ética”, en clara alusión a Augusto Varas, quien renunció como legislador por las denuncias en su contra por no rendir el uso dado a subsidios de la Nación.
“Lo mismo ocurre en el justicialismo”, apuntó.
“Nosotros, no estamos exentos, pero nuestros hombres y mujeres, antes de llegar a la función pública, tienen que ser sometidos a la consideración en una interna y luego en las generales, lo que los hace pasar por un tamiz diferente”, remató.
Confía en que los cordobeses buscarán en esta elección un cambio porque “bien lo sabemos nosotros, después de 12 años se desgasta la gestión. Además, desde que está el peronismo gobernando, Córdoba perdió personalidad, bajó la calidad educativa, la salud y la inseguridad tiene los mismos niveles que en el resto de las capitales”, dijo.
Finalmente, señaló que el actual gobernador “no debería haber dejado para el final de su mandato la cuestión de los contratados, que en general, fueron incorporados por necesidades políticas y no por la real demanda de prestación de servicios”, concluyó.