El primer paso de una buena producción ganadera es generar la mayor cantidad y calidad de forraje posible. En este sentido, el ganadero deberá convertirse, a través de un uso apropiado de las tecnologías disponibles, en un buen productor de pasto. A este proceso lo sostienen tres pilares: pasturas, forrajes y maquinarias.
Marcelo De León, un conocido especialista en este tema y Coordinador del proyecto Nacional forrajes conservados del INTA, dijo que “en esta oportunidad el INTA mostrará toda la tecnología disponible para lograr pasturas y forrajes conservados de calidad y de alto rendimiento. Su aplicación permite la intensificación de los sistemas ganaderos con un importante aumento de rentabilidad”.
“Los forrajes conservados son una estrategia para producir alimento para el ganado a partir de cultivos agrícolas o pasturas que se cosechan, se conservan y luego son destinados a la producción ganadera, las pasturas en general están orientadas a producciones bajo pastoreo y se clasifican según la región en la que se encuentran. Así, nos encontramos con la alfalfa, una de las pasturas más clásicas –que se usa también para la conservación de forrajes– que junto con las gramíneas templadas son aptas para la región pampeana, las pasturas tropicales o megatérmicas que son características del norte y el semiárido del país y las anuales como los cereales de invierno y verano. Hay una gran variedad de pasturas y sus características nutricionales y de uso están directamente relacionadas con la región en la que se desarrollan. En este sentido el INTA viene aportando nueva genética de pasturas y cultivos mediante sus programas de mejoramiento de forrajeras”, concluyó
Otras notas de la seccion El Diario Rural
Postergaron las liquidaciones para frenar la baja de precios
Convenio de Buenas Prácticas con Aapresid
Se llevará a cabo un taller sobre uso sustentable de suelos
Atilra cruzó a Apymel
Oliva tiene su estación meteorológica
|