“Hoy se suma un nuevo año y ya contamos 29, para ser precisos, de la tan cruel como inútil Guerra de Malvinas.
Miles de nuestros muchachos, estuvieran o no ‘bajo Bandera’, fueron mandados a cumplir su juramento.
‘Jurais por Dios y por la Patria defender su Bandera ¿hasta perder la vida?...’
Y ellos cumplieron... 649 fueron las vidas que se perdieron... y varios cientos que aun volviendo, todavía llevan el dolor en su alma y en su mente...
De las 649 víctimas de todas las armas, Ejército, Marina y Aeronáutica, dos de ellos son hijos nuestros, hijos de nuestra ciudad, hijos de Villa María.
Dos jóvenes esperanzas de vida, que no volvieron y tampoco nos ha sido permitido traerlos; saber que descansan en el lugar que los vio nacer mitigaría el dolor de sus respectivas familias y haría que no fuese tan hondo.
Hoy, en el recuerdo, volvemos a nombrarlos, no sólo son nuestros hijos, son los héroes mártires de nuestra ciudad, son el doloroso orgullo que sus familias llevarán de por vida, la eterna ausencia...
Los nombramos:
Cabo de Artillería Roberto Adrián Busto
Cabo Principal de la Armada Norberto Delfín Güizzo
No nos olvidamos que ellos no dudaron en cumplir su juramento... dar por su Patria y su Bandera lo más caro que tiene el ser humano... su vida.
Por ellos, que desde el cielo nos miran, hagamos una oración, no solamente hoy, sino cada día, por su paz eterna ya que con su heroísmo ya se ganaron el cielo.
Dios, nuestro Señor, nos los cuida y los que quedamos llorando su ausencia, lograremos hacer entender a nuestro corazón y a nuestro cerebro, que en un día no muy lejano nos volveremos a encontrar.
En esa esperanza fijemos nuestra meta de vida: hijos queridos ¡no los olvidaremos nunca!”
E.V. 3794929