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“Falucho” Herrera volvió a convertir y lleva 13 goles en el campeonato, aunque esta vez, no alcanzó para sumar en la tabla |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
Será tal vez un destino escrito o tan sólo una cuestión de personalidad. El caso es que la realidad es insoslayable: en Plaza Ocampo, Alumni parece no saber ganar esos partidos fundamentales que se le presentan para dar el gran salto de calidad que necesita.
Anoche no fue la excepción. El equipo no sólo dejó escapar una gran posibilidad para tomar distancia en la punta de la Zona 2, sino que perdió 2 a 1 otro duelo clave, ante Racing, y volvió a caer entre los peores, los que pelean la Promoción.
Sin la jerarquía que necesitaba para salir airoso de una verdadera final y ante un buen marco de público, el equipo villamariense sucumbió ante un rival prolijo que se llevó la victoria porque encontró ese nivel superlativo en el experimentado delantero Cristian Rami, autor de dos goles, figura del partido y pesadilla irremediable para la última línea fortinera.
Pero más allá de los méritos del rival, Alumni perdió ante sus imprecisiones y errores, que ni siquiera pudieron ocultarse por el buen momento de Carlos Herrera ni por la reacción de los últimos minutos del encuentro, cuando el equipo apretó para llegar al empate.
Lo peor del equipo dirigido por Víctor Riggio fue el primer tiempo, cuando hizo todo mal: perdió la pelota donde no tenía que perderla, no ajustó las marcas, no tuvo peso en ofensiva y careció de un patrón de juego respetable.
Racing no convirtió en esa primera etapa porque careció de puntería.
A los 4 minutos, el arquero Jonathan Scalzo voló muy bien para desviar un frentazo con olor a gol de Rami, algo que puso un llamado de alerta en la “Placita”, sobre todo en las jugadas con pelota detenida, todo un karma para Alumni.
Luego el joven portero no pudo repetir; perdió en un salto con Rami y el “Tanque” Gabriel Bordi elevó un remate de mediavuelta. Y después quien salvó al local fue el travesaño, que devolvió un disparo alejado de Jonathan Artura.
Esas situaciones claras reflejaban la supremacía de la “academia”, que achicaba con acierto los espacios en el medio, no sufría en el fondo y aprovechaba la mala salida de la defensa fortinera, donde se lo notó nervioso y dubitativo al pibe Juan Salort, finalmente remplazado en el arranque del complemento.
Encima, cuando intentaba ubicarse mejor en la cancha, Alumni equivocó los caminos en ataque, con pases erráticos de Luciano De Bruno, Juan Aimar desolado sobre los costados y Herrera guapeando sin profundidad entre varios defensores.
En Racing, mientras, Marcelo Bonetto buscó mayores opciones en ataque con el ingreso de Luis Rivero para el inicio del segundo tiempo. Y el “Yiyi”, apenas agarró la pelota, organizó el primer gol al minuto de juego, habilitando a Rami, quien ejecutó a Scalzo con un remate cruzado.
La respuesta de Alumni estuvo en las ganas de “Falucho” Herrera, quien ahí nomás, cuando la “academia” quería ordenarse, picó solo tras un pelotazo y fue derribado en el área por Rodrigo López, quien debía irse expulsado, pero sólo vio la amarilla.
El propio Herrera canjeó la sanción con una soberbia definición y el partido tuvo otra tónica.
Alumni empezó a soltarse, en la medida que Federico Funes, el motorcito de la recuperación visitante, se metía cada vez más atrás.
Hubo un lapso, entre los 19 y los 24 minutos, en el cual el equipo villamariense se aproximó al gol, pero no pudo convertirlo, mediante Román Strada (le sacaron la pelota en la línea) y “Falucho” (le anularon un tanto por posición adelantada).
En contrapartida, Racing tuvo la eficacia que le faltó en el primer tiempo porque, a los 26’, un tiro libre volvió a desnudar las falencias de Alumni en las jugadas de pelota detenida: el esférico en centro cayó sobre el segundo palo y Rami, héroe de la noche, la embocó de cabeza para rubricar el 2-1.
Recién allí, el equipo villamariense se soltó más. De Bruno se fue arriba, Strada y Renato Riggio se tiraron a las puntas, Federico Depetris entró por Abálsamo (estaba con gripe, según comentaron) y Zanabria habilitó desde el medio.
Sin embargo, el arquero Godoy sacó un par de disparos claves y el palo le negó el grito a “Zapallito”, entre otras ocasiones que Alumni generó hasta el final.
El caso es que Racing se abroqueló hasta quedarse con tres puntos soñados. Y Alumni se fue con lamentos, así como en otras noches donde la “Placita” fue un escenario incómodo.
La figura
Cristian Rami fue la gran figura de la tarde-noche, al marcar dos goles y convertirse en la pesadilla de la última línea fortinera. También se destacó el arquero Gerardo Godoy, privando el empate de Alumni. En el local, Yocca estuvo atento en los cruces y Herrera hizo lo de siempre.
El árbitro
El sanjuanino Mario Ejarque tuvo un error clave: en el penal (3 minutos del segundo tiempo) debió expulsar y sólo amonestó al defensor de Racing que bajó a Herrera, cortando una clara jugada “manifiesta de gol”, como indica el reglamento. En el final, el penal que le protestó Alumni fue discutible, ya que la mano corre a criterio del juez.
Incidentes
Al término del partido, en la zona de los vestuarios se produjo un incidente que tuvo manotazos e insultos.
Todo comenzó porque un dirigente de Racing “insultó a los jugadores” de Alumni, según relató el ayudante de campo de Víctor Riggio, Ricardo Carnieri.
El propio Carnieri enfureció tras la actitud del directivo y se acercó hasta la puerta del vestuario de Racing, donde hubo un tumulto hasta que finalmente intercedió la Policía.
En materia de seguridad, hubo 116 efectivos y, por suerte, no hubo que lamentar mayores disturbios.
La parcialidad de Racing se ubicó en la tribuna de calle San Juan y se retiró sin problemas.
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