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Lograron tener “entradas agotadas” en el Teatro del Libertador |
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Meses atrás, Víctor Hugo Morales había hablado en su programa de los espectáculos que fue a presenciar. Qué tiene que ver esto con la murga, mucho. Porque fue el propio locutor, apasionado por la música, quien dijo que hacía mucho no veía algo parecido al show de esta murga uruguaya.
Esta nota tratará de dar cuenta de ello, lo que se vivió y se disfrutó en el Teatro del Libertador, desde cuyas plateas se esbozaron sonrisas por donde se lo mire. Así que lector, siéntese y -si bien es obvio pero necesario- ¡Agarrate Catalina!
Para los que no la conocen vale aclarar que este conjunto, pleno de ingenio, creatividad, sátira y humor habló desde sus inicios de religión, capitalismo, educación, aspectos sociales y varios temas generales.
Sus álbumes anteriores, llamados "Los sueños", "El fin del mundo", "El corso del ser humano", "El viaje" y "Civilización", tenían un perfil más filosófico y un análisis profundo de cada temática. En el presente trabajo le cantan al hombre común, al “verdulero de la esquina o la rubia cajera del supermercado”.
Con la emoción de contar con una sala con “entradas agotadas”, el grupo salió a desplegar de entrada su “diccionario ‘desilustrado’ uruguayo” para poner en igualdad de condiciones al público con términos y personajes clásicos del país charrúa.
El primer referente resultó Pepe Mujica, el “presidente de alpargatas y que se caga en el protocolo”. El segundo personaje resultó el padre Atilio, definido como “el párroco de tu barrio”.
El espectáculo prosiguió con el pasaje risueño llamado “Novio de la hija” donde se intenta explicar la relación de las generaciones pasadas con sus futuros yernos y los prejuicios que giran en torno. Luego se retrató a los tres hinchas futboleros orientales en plena fiebre mundialista de 2010: a los que no sabían nada y criticaron siempre al fútbol y luego del cuarto puesto eran futboleros, a los “contras” y a los que siempre pagan la camiseta oficial, los que eran el “hazmereír” de todos y siempre “bancaron a la celeste”.
La retirada, en tanto, se realizó con un despliegue de vestuario típico y único, como nos tiene acostumbrado. De todos modos, en el contenido, los músicos se salieron del libreto y cantaron un homenaje al Uruguay con “El viaje”, donde anuncian que se termina un periplo pero que inevitablemente empieza otro.
Juan José Coronell
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