Escribe:
Juan Manuel Gorno

A fines de los '90, Silvio Marzolini (un ídolo de Boca y DT de Maradona en el '81), por entonces coordinador de las divisiones inferiores de Banfield, visitó Villa Nueva para conocer el club Alem y dejó una frase que los periodistas locales apuntamos para el futuro: "Allá tenemos a ese chico Herrera que es una maravilla, es uno de los mejores proyectos que tiene el club".
Quiso el destino que aquel proyecto del "taladro" terminara finalmente brillando en Villa María, la ciudad de donde surgió el delantero, que había pasado a la entidad bonaerense luego de "descoserla" en las inferiores de Argentino.
Desde la percepción de Marzolini al presente, Carlos Herrera (foto) se ganó un lugar entre los mejores del fútbol villamariense, nada menos. Porque más allá de los debates que se puedan exponer sobre las cualidades de unos y otros, existen hechos, recuerdos imborrables y estadísticas que acomodan a un jugador en los escalones de la historia.
Entonces, así como hoy se recuerdan al "Negro" Ludueña, la "Pepona" Reinaldi, el "Gaucho" Beltramo, el "Pelusa" Hoyos, el "Nene" Miranda, Mauro Rosales o al "Chelo" Santoni, por citar algunos de los que marcaron a fuego nuestro fútbol, es innegable que "Falucho" le devolvió a la ciudad aquel referente que se sostendrá en el tiempo.
Su nombre de gol estará grabado en la campaña formidable del ascenso de Alumni al Argentino A, pero también en la Promoción inolvidable que el equipo fortinero alcanzó a sortear ante Unión de Villa Krause, cuando el centrodelantero nacido en Cintra convirtió tres goles en un partido y se llevó toda la ovación.
El viernes por la noche, ante Estudiantes de Río Cuarto, en uno de esos clásicos que catapultan o sepultan, "Falucho" hizo otra de las suyas: fue la gran figura de Alumni y marcó dos goles en un triunfo épico (4-3). Y así llegó a las 15 conquistas en la temporada y se convirtió en el nuevo goleador de la tercera categoría del fútbol argentino.
"En Alumni tengo algo de 64 ó 65 goles, tengo que hacer memoria. Y con los de Huracán (de Tres Arroyos) llego a los 70 entre B Nacional, Argentino B y Argentino A, pero sin dudas que en Alumni competí bastante", contó ayer el goleador, en diálogo con EL DIARIO.
Luego recalcó: "Uno trabaja todos los días para esto, vive del gol, pero más allá de la felicidad que uno tiene, piensa en la realidad y vemos dónde está el equipo. Todavía estamos en tres o cuatro puntos de salir de todo y clasificar, ya que éste es un campeonato medio raro. Igual estoy contento más que todo por mi familia, por mi novia, mi hermano, que siempre sueñan con verme en la tabla de goleadores. Pero es gracias a mis compañeros, que me dan la oportunidad de hacer goles".

@ Desequilibrante

Herrera lo dijo, vive del gol. Pero también suele mostrar otras facetas.
No es de aquellos delanteros que sobresalen por potencia, sino de los que desequilibran constantemente por todo el frente de ataque, la piden más abajo y se prestan al circuito de juego del equipo.
El diario deportivo Olé, en un partido de la B Nacional donde el villamariense se destacó con la camiseta de Huracán, lo resaltó como el sucesor de Rodrigo Palacio, precisamente, por la forma de jugar del atacante.
El viernes, además de los dos goles, "Falucho" hizo alarde de esa condición y dio dos pases sensacionales; uno terminó con Aimar reventando el travesaño y el otro fue un centro que finalizó con el gol de Renato Riggio.
"Estoy con mucha confianza, el técnico me la da porque habla conmigo todos los días, como a todos, ya que 'Leo' Abálsamo también está en un buen momento; Manicero estaba en un gran momento y se lesionó... Todos los jugadores estamos así, falta demostrarlo un poco más en nuestra cancha, donde perdimos puntos sobre la hora, pero en lo personal estoy pasando una de las mejores etapas, como aquella vez que ascendimos", reconoce el delantero.
Claro que convertir 15 goles en la temporada y llegar al tope de la tabla de máximos artilleros no sólo es positivo para Alumni; también le devuelve a Herrera el cartel que supo conseguir, de cara a un futuro promisorio.
"Le dije a mi familia y a mi novia que de ahora en más voy a poner la cabeza en Alumni y aquellos clubes que me llamen los escucharé, pero recién después del torneo veré lo que más me conviene", comentó.
"La prioridad siempre es apuntar un poco más arriba, pero hoy por hoy me encuentro en Alumni para zafar del Descenso, aunque la idea es también lograr una clasificación", añadió.

@ Querido

Lo bueno de "Falucho" no sólo está en la cancha. Afuera es un chico común, amigable, que lejos está de aquellos que se aferran a los egos y se paran un peldaño más arriba, tomando distancia de la gente.
Nunca se niega a las notas periodísticas y mantiene el mismo perfil del pibe que supo volver desde Banfield, con la ilusión de triunfar en un plantel superior.
Entonces por momentos le cuesta hablar de sí mismo, aunque reconoce que logró en la ciudad un mérito deportivo que podría ser la envidia de miles.
"Uno es consciente de lo que logró porque la gente me lo demuestre día a día, por la calle y en la cancha también", confesó.
"El otro día sentí corear mi nombre y es bueno porque yo tuve problemas acá cuando me fui a jugar la Liga, algunos se enojaron, pero sucedió porque no llegamos a un acuerdo. Después quedó muy marcada también la historia mía con el club, cuando hice los goles en la Promoción", sostiene.
Además, reveló: "Resigné la parte económica porque tenía opciones de jugar en la B Metropolitana y decidí quedarme en Alumni; no arrancamos muy bien, estábamos complicados, pero con los chicos que llegaron este año, más el cuerpo técnico y los que empujamos acá, levantamos un poco, pero soy consciente que hice algo importante en Villa María", admitió.
Herrera buscará mañana seguir aumentando su idilio con la historia, cuando Alumni reciba a Maipú en otro duelo importante donde, seguramente, los simpatizantes volverán a corear el "Faluuuucho", orgullosos del "señor gol" que disfruta la ciudad.