El sábado por la noche se llevó a cabo la segunda edición de la Peña Milonguera en el club Rivadavia, con la presencia de alrededor de 300 asistentes.
La velada arrancó en el escenario con la actuación de Los Zabequi, luego con la presentación en pistas del Taller Inicial del Departamento Municipal de Folclore y la puesta renovada del grupo Piso ‘i Tierra.
Este conjunto, de sólo un año de vigencia, está integrado por estudiantes universitarios (un santiagueño y dos de Traslasierra), cuyo repertorio está compuesto por piezas de folclore tradicional argentino y versiones de música latinoamericana de autores como la cubana Marta Gómez. Sus miembros son Carla Odri (guitarra y voz) y Elek Odri (flauta y voz, tanto su nombre como su apellido son de origen húngaro), Lucas Heredia (percusión) y Fernando Cheein (guitarra y voz).
La grilla continuó con el ballet “Pasión tanguera” de Villa del Rosario y el ballet infantil de Arte Popular, previo al arribo del cantautor Pablo Lozano.
El compositor cordobés llegó con su cuarto disco editado bajo el brazo, titulado “Historias de la tierra de uno”, del cual sólo adelantó en módicas entregas. En diálogo con EL DIARIO, Pablo se manifestó más que satisfecho por la producción que se presentará formalmente el próximo 19 de mayo en el Teatro Real de Córdoba.
¿Vas a contar con algún invitado para esa noche?
- “Espero que vayan algunos de los artistas que están en el disco. Participan en él Rony Vargas, “Monchito” Merlo, Mario Alvarez Quiroga, Carlos Nieto, Los Patricios, Miguel Iriarte y La Eléctrica Folclórica que hacen un puente entre nuestra música tocada por instrumentos eléctricos, algo complejo de hacer.”
En esta placa incluís dos temas de Yupanqui. ¿Por algo en especial?
- “Le tengo muchísimo aprecio y respeto a su obra. En discos anteriores había metido sólo uno y ahora incluí dos porque quería estar seguro de haber madurado el conocimiento que tenía sobre su música. No quería meter temas de él porque sí. Yupanqui era un verdadero revolucionario; sin armas, te abría la mente con afán de libertad. Decía que había ‘un mundo en cada gramilla’. Como cada gran obra, contaba con un significado dentro que sólo había que descifrarlo.”
El álbum cuenta con “La alabanza” y “Canción para doña Guillerma”, cuya letra está ilustrada por una fotografía real de la protagonista. Tras la actuación de Lozano, quien se presentó junto a sus músicos Nacho García en bajo, Iván Buenader en guitarra, Alejandro Faneca en percusión y Daniel Ariza en teclados, llegaría el turno del conjunto tanguero La Vituré, Néstor Maggi, músicos de la UNVM y Margarita Font.