Luego que la madre de Luisina Elizabeth Barrera prestara declaración en la Fiscalía, en el marco de la investigación que se lleva adelante para esclarecer la muerte de la joven, el médico forense Gustavo Rodríguez realizó ayer la autopsia en el cementerio parque La Naturaleza.
Cumpliendo una orden del fiscal Daniel Del Vö, el facultativo se constituyó en la necrópolis villanovense y procedió a exhumar los restos de la chica de 26 años que, supuestamente, se quitó la vida en el interior de un departamento ubicado en calle Catamarca al 700, ahorcándose con un cable.
La medida procesal se llevó a cabo poco antes del mediodía y, tras concluir su tarea, el facultativo le anticipó a Del Vö el resultado del examen necrológico, aunque a modo de evaluación preliminar.
El informe oficial le será entregado al fiscal recién hoy, luego de lo cual se notificará el resultado al abogado que patrocina a la madre de Luisina, Viviana Elizabeth Sánchez, quien se constituyó en la causa como querellante particular.
Fue precisamente la mujer quien reclamó ante las autoridades judiciales que se profundice la investigación sobre la forma en que murió su hija, y al prestar declaración ante el secretario Walter Gesino, que asiste a Del Vö en este proceso, planteó tener serias dudas de que se haya tratado de un suicidio, tal como se caratuló inicialmente la causa.
Viviana Sánchez dijo tener “muchas dudas” sobre lo ocurrido la mañana del lunes 21 de marzo en el inmueble que la joven alquilaba desde principios de este año.
Antes de acudir a la Justicia, la progenitora de Luisina se había presentado en la Redacción de EL DIARIO, donde entregó una carta que se publicó el 29 del mes pasado, bajo el título “Una madre reclama que se investigue la muerte de su hija”.
“Existen muchas cosas por investigar”, expresó Viviana en aquella misiva, y aseguró que “no se le realizó la autopsia” al cuerpo de Luisina y que hay indicios que le permiten suponer que “no fue un suicidio”.
Llorando, la atribulada mujer pidió entonces que la ayuden a develar lo que realmente ocurrió y reveló que “nadie me dijo hasta ahora lo que pasó... hay muchas contradicciones y no creo que se haya suicidado”.
Explicó también que hacía pública la situación “porque es necesario que la población lo sepa”, al tiempo que aseguró que “no le realizaron la autopsia” al cuerpo de su hija, que fue encontrado pendiendo de un cable atado al marco de una abertura.

Era amiga de Lucrecia Gómez

Revisando los archivos de este matutino, surgió inequívocamente que Luisina era amiga de Rebeca Lucrecia Gómez, una joven de 24 años que el 4 de octubre de 2007 murió de dos disparos, en las proximidades del ingreso a la Fábrica Militar de Villa María.
Asimismo, Luisina fue testigo en el juicio que se le siguió a Mauro Alberto Barrionuevo, un ex compañero de trabajo que estaba con Gómez al momento del trágico episodio.
En un primer momento, Barrionuevo dijo que Lucrecia se había suicidado, pero las pruebas terminaron por incriminarlo seriamente en la causa y quedó detenido.
El 18 de mayo de 2009, tras varios días de audiencia, Barrionuevo fue declarado culpable del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” y se le impuso una condena de 14 años de prisión.

Su testimonio

Cuatro días antes de la sentencia, Luisina prestó declaración en la sala de audiencias de la Cámara del Crimen, y entre otras expresiones dijo que conoció a Lucrecia “en la confitería de Quinoto” en el año 2001 y aseguró que “no estaba metida en nada turbio”.
“Iba de su casa al trabajo (la cadetería), después al gimnasio (donde hacía pesas) y de vuelta a su casa; no molestaba a nadie ni tenía problemas con nadie... era una mina con un corazón muy grande”, enfatizó “Lichi” Barrera, tal como se la identificó en el expediente de aquella causa.
En un momento de su declaración, el defensor de Barrionuevo, Juan Rusconi, le preguntó si la víctima era “dark”, a lo que Barrera respondió en forma tajante: “No, era Lucrecia Gómez”. Y cuando el letrado indagó si sabía qué significaba ese término, la testigo respondió “vestirse de negro”.