Escribe: Juan Pablo Morre
Siempre me gustó la docencia.” Las palabras sintetizan los fundamentos de este nuevo desafío de un amante del fútbol, de un hombre que a través del estudio, la vocación, la incansable tenacidad para aprender y, principalmente, para enseñar, continúa manteniendo la misma pasión desde que era niño por el fútbol.
Mario Requena, un apasionado del fútbol, un formador que siempre buscó nutrirse de conocimientos indagando en material de estudio por diferentes rincones del mundo futbolero, un entrenador con códigos, un técnico defensor de sus ideas con fundamentos y compromiso, principalmente.
Esta vez, en esta etapa de su vida, no se tratará de la aventura de estar al frente de jugadores, de conducir un equipo, algo que tanto añora -y nuestro fútbol extraña- pero que igual le genera ilusiones porque su desafío es poder brindarle a este deporte su semilla para que el hincha y el jugador disfruten de un mejor fútbol.
El curso
“El curso, fundamentalmente, es una capacitación técnica y táctica, por lo tanto, el eslogan es ‘que se corra menos y se juegue más’. Es que, yo soy de la idea de que se puede entrenar mejorando la técnica, que es lo principal del juego”, afirma.
“La idea es brindarle conceptos para enseñar y formar. De ir enseñándoles a los chicos la técnica individual y de que jueguen más de lo que corran. La parte física en el chico prácticamente no debe existir porque tendría que tener una formación de la escuela primaria o secundaria. Muchas veces uno ve chicos corriendo por la calle o haciendo trabajos con bolsitas de arenas para fortalecerlo muscularmente, pero no es así, lo que uno tiene que enseñarle es que se divierta, que juegue, que arriesgue porque lo que no aprende hasta los 10 años es muy difícil que lo sepa después”, comenta Mario.
“Entonces -agrega- el curso apunta a eso y también avanzando a lo que es la formación del equipo, porque un equipo de fútbol es como una orquesta. Uno puede agarrar los mejores músicos, pero no quiere decir que formes la mejor, sino que tiene que haber alguien que los guíe y en el fútbol es lo mismo. Por lo que hay que, en los campeonatos de menores, ir enseñándoles la ubicación y desde ahí parte realmente de que entiendan que una cosa es jugar a la pelota y otra es jugar al fútbol.”
“Por lo tanto, hasta los 12 años tiene que jugar y jugar a la pelota, a partir de allí que empiecen a conocer cómo moverse tácticamente o dominar el puesto”, aconseja.
Además, recalca que “hay mucha carencia de formadores. Tanto un entrenador como un jugador tienen que realizar la primaria, secundaria y después la universidad, por lo que no se puede salir de un curso de técnico a dirigir primera. Entonces, si uno no se capacitó, no puede enseñar”.
“Al pibe siempre hay que decirle cosas buenas aunque no sepa hacer la cosa, brindarles ilusiones, pese a que uno sepa, que no vea, que no va a llegar, pero no hay que impedir que el chico en la época de formación, de jugar, se sienta a gusto y que después diga ‘yo una vez jugué al fútbol’; y no decirle vos no jugás más porque no servís, porque no sólo no juega más, sino que agarra un resentimiento hacia el deporte que quiso, que sólo se dé cuenta porque de allí puede surgir un muy buen árbitro, dirigente o periodista. Entonces, ahí está el formador, el educador, el que enseña que el fútbol es una carrera que puede ser buena o mala, pero que lo va a llenar de amigos y lo va a hacer feliz, además se le puede ir corrigiendo un montón de costumbres”, resume.
Además, cuenta: “Hay gente que cree que para ser entrenador tiene que haber jugado al fútbol, pero lo que hay que tener es vocación y pasión por lo que se hace. Lo que uno hace como jugador es una cosa natural y personal, pero para ser entrenador hay que capacitarse mucho para poder volcarlo fundamentalmente en los chicos”.
“Fui demasiado bohemio y desprendido en dar todo lo que iba observando, lo que iba leyendo, porque en muchas casos me sentí usado. Son cosas que, hasta la actualidad, todavía me duelen y por eso tal vez surgió lo del curso”, reconoce.
Actualidad
Por otra parte, Requena dice que “hace varios años que no se corrigen los defectos, los cuales después son más notorios con los años cuando llegan a primera división”.
“Que no surjan jugadores en determinados puestos es culpa de los entrenadores, quienes son los que les deben buscar el puesto al jugador y no ponerlo en un puesto porque faltó uno, porque lo que hacemos es perjudicarlo y no favorecerlo. Entonces, hay que ubicarlo de acuerdo a la condición técnica y física. Por eso, no es que faltan, sino tener el conocimiento el entrenador de observar al chico y captarle sus condiciones para el puesto determinado”, añade.
Lo “fIsico”
En cuanto a la preparación física, Requena tiene una postura: “Ha sido un motivo de discusión y de crítica”.
“Siempre dije que con la preparación física no se consigue ni lo táctico ni lo técnico: con lo técnico se obtiene la preparación física y la técnica, y con lo táctica se adquiere lo físico, lo técnico y lo táctico. Por eso tiene que haber una coordinación entre quien haga de preparador físico y el técnico, para que los trabajos sean en base a eso, ya que lo más importante es la formación del equipo”, advierte.
Además, destaca que “Mourinho (DT de Real Madrid) hizo un libro en el que desmitifica la preparación física; él desde el momento en que llega a un club está trabajando tácticamente. Se le da más importancia a los gimnasios, a la sobrecarga… Por lo tanto, me gustaría saber por qué hay tantas lesiones de rodillas, tobillos, isquiotibiales… El jugador de tenis de mesa no corre alrededor de la cancha, el ajedrecista no corre alrededor del tablero y en el fútbol se corre por todos lados, menos adentro de la cancha”, cuestiona.
Ideales
“Yo no concibo que se reciba alguien de técnico y al otro día este cobrando”, considera Requena. Y argumenta: “Si un club te da la posibilidad de tener un equipo durante todo el año, primero trabajá, agarrá experiencia y, dentro de un año, que evalúen tu trabajo. No hay que ser materialistas, sino tener vocación, porque primero hay que demostrar”.
“Siempre tuve la idea de ser coordinador para ir formando jugadores y técnicos en un club, pero lamentablemente la gente piensa en el momento y no piensa a largo plazo con los jugadores con grandes condiciones que hay acá. Pero como están las cosas ahora, se terminan desperdigando todos por ahí, porque nadie tiene en cuenta lo que realmente significa el desarraigo familiar, cuando tendríamos que ser una fuente de vendedores de jugadores, pero recién cuando tengan los 17 años, porque primero hay que formarlos acá y después sí que se vayan”, sostiene.
Así se fue culminando la entrevista, intercambiando mates, mientras Mario continúa brindando conceptos del fútbol, ésos que buscará inculcar a partir de mañana, cuando reciba a los alumnos en su casa de barrio Santa Ana, con la intención de tener buenos formadores, que los chicos aprendan y disfruten de la pelota, principalmente.
El curso
El curso dirigido por Requena arranca mañana desde las 13.30 (los horarios se pueden ir acomodando ante cuestiones laborales de los interesados). Los teléfonos para inscribirse son: 4521738 (fijo) y 0353-154274447 (celular).
También está la posibilidad de que el curso también se efectué en horario nocturno.
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