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El Peregrino Impertinente
“Algo andará pasando, andará rondando por Villaguay”, canta Fito Páez en su tema “Las tardes del sol, las noches del agua”, del disco Circo Beat. Miente el músico y cantautor. Ya había hecho lo mismo al decirnos “Rosario siempre estuvo cerca”, cuando para llegar a la ciudad santafesina hay que recorrer como 250 kilómetros. Todo para después ir a la cancha de Newell’s y que te caguen a piedrazos.
Miente Fito Páez, porque en Villaguay, corazón de la provincia de Entre Ríos, nunca pasa nada. Es una localidad de 30 mil habitantes, pero parece más chica. Apenas tiene un arroyo, un par de balnearios y olvidate. Lo que sí atesora es algo de riqueza en su pasado: fue asentamiento de colectividades israelitas, sirio-libanesas, italianas, españolas y hasta belgas. La presencia de esta última definió el semblante del lugar. Desde entonces, cada turista que llega a Villaguay exclama: “¡Qué ciudad tan belga!”.
Pero volvamos a la canción, que en rigor trata sobre un hecho real. Ocurrió allí hace muchos años: una paisana con problemas mentales, que repentinamente empieza a hablar en inglés. “I love you, I love you”, dicen que decía. Como nunca había aprendido aquel idioma, los parroquianos dictaminaron que estaba endemoniada. Entonces, con la ayuda de la parroquia local, la exorcizaron.
Al artista rosarino le pareció que aquella historia de “Un mundo bestial, un mundo analfabeto”, tenía que ser contada. Y entre otras cosas, escribió: “Santa Rosa de Lima abandonó su corazón. Y el pueblo decidió que había una razón. Sonaron las campanas, era la fuerza de Dios…”. Hoy la Parroquia Santa Rosa, ubicada cerca del centro, idolatra a la patrona del municipio e indirectamente recuerda la anécdota. Yo, por las dudas, no la piso ni loco. No vaya a ser que me vean cara de “Diablo” Montserrat.
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