Un hombre de 49 años comenzó a ser juzgado ayer en los Tribunales de esta ciudad, acusado de haber matado de una puñalada a un joven de 26, en un hecho registrado a comienzos de 2010 en barrio San Martín.
Se trata de Sergio Gabriel Argüello, un instalador gasista y cuidador de caballos de carrera domiciliado en Azcuénaga 217, en el mismo barrio villamariense, quien comparece imputado como presunto autor de “homicidio simple”, un delito que es castigado con prisión de ocho a 25 años.
La víctima del trágico episodio fue Héctor Raúl Santillán, quien murió horas después de recibir una letal puñalada en la región abdominal.
La reyerta que enfrentó a ambos individuos se produjo minutos antes de las 6 de la mañana del domingo 7 de febrero del año pasado en la calle 17 de Agosto a la altura del 200, lugar donde Santillán quedó tirado en el suelo con una profunda herida.
Estaba caído en la vía pública, bajo la lluvia; una gran herida cortante atravesaba el abdomen y hasta le colgaban algunas vísceras.
Muy malherido, el joven fue trasladado hasta el Hospital Regional Pasteur por efectivos del Comando de Acción Preventiva que llegaron a la escena del sangriento episodio alertados por un llamado anónimo, quienes ante el cuadro de gravedad que presentaba la víctima decidieron cargarlo en el móvil y no aguardar la llegaba de una ambulancia.
Santillán fue asistido con la premura del caso por los médicos de la Guardia del nosocomio público de calle Mendoza, quienes pese a los esfuerzos realizados no lograron evitar que el muchacho falleciera alrededor de las 11.
La mortal riña comenzó cuando Santillán y su matador, quien había estado en un cumpleaños junto a un hermano del fallecido, se trenzaron en una acalorada discusión por un asunto que no trascendió.

Juez y partes

El juicio oral y público es presidido por el camarista René Gandarillas y cuenta con la participación del fiscal Francisco Javier Márquez y del abogado bellvillense Francisco José Lavisse (ejerce la defensa de Argüello), mientras que la secretaria actuante es Gabriela Mercedes Sanz.
A poco de comenzada la audiencia de debate, y tras la lectura de la acusación elaborada por el fiscal de Instrucción Félix Martínez, el imputado accedió a prestar declaración y si bien reconoció ser el autor del hecho, argumentó que había sido atacado por Santillán y que actuó en legítima defensa.
Posteriormente, el tribunal receptó cuatro testimonios requeridos por la Fiscalía de Cámara y ya pasado el mediodía el juez Gandarillas dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo lunes a las 16.
El prolongado receso obedece a que el abogado Lavisse debe concurrir a otras audiencias hoy y mañana en los Tribunales de Bell Ville.
Cabe señalar que jueves y viernes no habrá actividad en la Justicia por los feriados de Semana Santa. Asimismo, el juicio se reanudará en horas de la tarde del lunes ya que por la mañana la sala del quinto piso estará ocupada con la sustanciación de otro proceso oral.

Otros detalles

Sergio Argüello está privado de la libertad desde el lunes 8 de febrero de 2010, pese a haberse dado a la fuga inmediatamente después de ocurrido el sangriento suceso.
Efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Departamental General San Martín lograron detener al homicida en horas de la madrugada de aquel día, luego de localizarlo en el interior del bar “Marilin”, ubicado en la pequeña localidad de Monte Leña, situada a 65 kilómetros al sudeste de Villa María.
Identificado por algunos testigos de la trágica pelea callejera, el ahora confeso homicida había sido buscado intensamente la misma mañana del crimen y hasta se dispuso un operativo especial para tratar de dar con su paradero.
La tarea investigativa dio sus frutos cuando los policías establecieron que Argüello se encontraba en el citado bar. Al parecer, estaba utilizando el lugar como “aguantadero”, a la espera de huir hacia la provincia de Santa Fe durante las primeras luces de la mañana de aquel lunes.
Fue así como una comisión policial se trasladó hasta aquella población, donde finalmente apresaron al acusado y lo trajeron de regreso a Villa María, donde quedó a disposición del fiscal Martínez.