Una iglesia Catedral colmada de fieles fue el preámbulo, ayer a la tarde, de la Adoración de la Cruz por parte de la comunidad católica, que contó con un Vía Crucis por las calles de la ciudad al que siguieron unas 1.500 personas, según diversos cálculos.
La Escuela Integral de Arte La Panadería puso en escena la representación de la muerte de Jesucristo, contemplando la primera estación frente a la Catedral de Villa María y las últimas en la costanera, precisamente en el Monumento al Cristo Redentor.
El obispo diocesano José Angel Rovai se mezcló entre la multitud durante la peregrinación y al finalizar la conmemoración dio una bendición.

El oficio religioso

A las 18, en el contexto de una iglesia absolutamente colmada de vecinos, comenzó la celebración de la Adoración de la Cruz, presidida por monseñor Rovai y el sacerdote Pedro Lucchese.
En su mensaje, el jefe de la Iglesia Católica local subrayó que Cristo tomó “sobre sí los males del mundo” mediante la crucifixión y luego resaltó que “lo que prevalece es el amor”.
“Siempre hace cosas locas el amor. Si miramos a la Cruz con el corazón no terminamos de descubrir el inmenso misterio del amor de Dios”, expresó y llamó a observarla “con esperanza”.
“Tenemos que unirnos y abrazarnos a la Cruz para encontrar la salvación”, dijo.
Rovai sostuvo que “siempre el pecado es una falta de amor, con uno mismo o con el otro” y llamó a que “más que en pensar en el pecado tenemos que pensar cómo nos quiere Dios”.
“En la vida nos hace falta sentirnos amados y queridos (...) Dios nos ama a cada uno de nosotros. No ama masivamente sino a cada uno, con nuestras historias”, remarcó el pastor.
“Puede amar a cada uno, lo ame a él o no lo ame, lo rechace o no”, advirtió.
“Si no descubrimos que Dios nos ama, es imposible amarlo”, manifestó más tarde y consideró que “descubriendo que Dios nos quiere, tenemos allí la fuerza para amar”.

Representación

Cerca de las 19.30 comenzó la representación del Vía Crucis, frente a la explanada del máximo templo de la ciudad.
Unas 1.500 personas siguieron con atención y emoción las instancias del cuadro que dirigió y coordinó Marta y Hugo Mansutti, responsables de la Escuela Integral de Arte La Panadería, de Villa María.
Consultada por EL DIARIO minutos antes de que comenzara a llevarse a cabo, Marta precisó que comprendió la participación de doce actores, la mayoría de entre 18 y 19 años.
Se trata de jóvenes que concurren a la Catedral y a otras iglesias de la ciudad, que se ofrecieron para participar del mismo.
Marta Montero de Mansutti agradeció al padre Lucchese y al municipio por la colaboración y se mostró contenta por lo logrado.
En la representación de la primera estación, se recordó que Jesús “dijo que teníamos que amar a nuestros enemigos” así como “llamó bienaventurados a los pobres”. “Había dicho verdades (...) lo denunciaron a las autoridades y las autoridades lo condenaron”, indicaron. “Pilatos se lava las manos, el miedo al qué dirán sofocó la voz de la conciencia. Sucede siempre así a lo largo de la historia”, subrayaron.
“Jesús acepta en silencio las acusaciones. Todo por nuestra salvación”, señalaron desde la Iglesia.
Se pidió “al Señor que acreciente la conciencia de que estamos llamados a ser cristianos” y que dé “las fuerzas para que seamos testigos suyos ante familiares, amigos y todo ambiente”. También, “pedimos perdón por las veces que actuamos como Pilatos, lavándonos las manos ante el dolor, la inmoralidad, la injusticia y por profesar una fe que sólo se reduce a palabras”.
A las 20.20, la multitud arribó al Cristo Redentor, en avenida Libertador General San Martín y General Roca.
“Siempre ha sido difícil entender la locura de la Cruz (...), necedad para el mundo, salvación para el cristiano”, se señaló allí. Jesús “no guarda rencor, su única preocupación es salvar a la Humanidad, incluso a los que están a punto de darle muerte”.
En esta instancia, se bregó para que el “dolor no sea motivo para quejarse sino para saber asumirlo con alegría y fortaleza, viéndolo como un auténtico camino para alcanzar la santidad”.

Trinitarios

La Parroquia La Santísima Trinidad también se vio atestada de personas ayer a la tarde, ante igual celebración.
Organizado por el padre José Luis Marengo, se graficaron, durante las quince estaciones, diversas realidades sociales actuales, como la trata de personas.


Sin funcionarios

En la celebración en la Catedral ayer a la tarde se observó la ausencia de funcionarios del Gobierno.
Sólo se vio a la legisladora radical Norma Poncio junto a Daniel Baysre.