“Es un momento caracterizado por niveles altos de producción, con volúmenes de leche que se van incrementando desde comienzos del año”, afirmó Javier Baudino, directivo de Apymel y ante nuestra consulta. Indicó “que todos esperábamos una caída desde marzo hasta un treinta por ciento, pero ello no ocurrió, sólo disminuyó un ocho o diez por ciento comparado con períodos anteriores”.
Agregó que "las cotizaciones de producción son positivas y en el plano ganadero las vaquillonas de reposición han tomado precios siderales con respecto a años pasados y esto se traslada sin dudas al precio de lácteos en general”. “Lamentablemente” -sostuvo- “sigue predominando la inclinación por alquilar o hacer soja, por ello han desaparecido pequeños tambos, pero en la instancia presente quienes tienen explotaciones afirmadas y en evolución no cesan en sus inversiones para dotarlas de mayor volumen productivo y mejoras en tecnología”.
El dirigente ruralista analizó que "la tendencia del precio de la carne es buena y ello va tentando a hacer negocios complementarios con el referente a la leche, así la gente que dispone de dinero tiende a invertirlo en algo que conoce”.
En cuanto a la política oficial para el sector, Baudino acotó que "hay algunos lineamientos en el plano económico que tienden a recuperar la creación de pequeños tambos, aunque en este aspecto subsiste un problema generacional, y es ver si los jóvenes siguen asumiendo la actividad de sus padres; pero si se repiten los altibajos detectados históricamente difícilmente lo hagan”.
“Nuestras industrias pretenden que el precio se estabilice, circunstancia que sería positiva para toda la cadena de comercialización”, enfatizó.

“Pasen a ser exportadoras”

Sobre las perspectivas de las Pymes de abordar con mayor nivel su inserción en el mercado exportador, el directivo dijo: "Atinamos a eso, pese a que no han quedado pequeñas y medianas empresas exportadoras este último año, creo que en esta zona hay una sola; necesitamos exportar por lo menos un quince o un veinte por ciento de la producción”. “Lo cierto es que si no se da una corriente exportadora importante en los próximos meses, pueden derivarse ofertas descomunales de productos en la salida de fábrica, si éstas recaudan menos van a tener que pagar menos al tambero.”
En lo concerniente a medidas posibles de aplicación, Baudino afirmó que "todo esto se resuelve programando los siete u ocho meses próximos, con una visión empresaria ágil y funcional para que no se produzca lo que puede ocurrir; el Gobierno también debe tener rapidez para activar al sector exportador, teniendo la tranquilidad de que Argentina va a estar sobre abastecida de aquí para adelante”. “Para ello debemos evitar las oscilaciones que se daban en épocas anteriores, puesto que los altibajos pronunciados terminan desestabilizando el sistema”, concluyó.