Escribe:
Horacio Cabezas, ex intendente de Villa María
Dignísimo ciudadano, vecino de nuestra ciudad por adopción. Su vida fue de honra para la ciudad, tanto en el aspecto humano como profesional. Nacido en la zona rural aledaña a nuestra ciudad, el 16 de agosto de 1913 en la cuna de familia numerosa que integraban sus padres y seis hermanos. Sus padres fueron don José Reale y María Cuffia. Don José Reale era de nacionalidad italiana y vino integrando las corrientes inmigratorias en 1890, en tanto que María era de sangre también italiana. Se formalizó el matrimonio en 1895, radicándose en la localidad de Arroyo Cabral.
Angel, fue el menor de los hijos. Cursó sus estudios primarios en el colegio San José de la ciudad de Rosario. El bachillerato lo hizo como pupilo en el colegio La Salle, de la localidad de Villa del Rosario, en nuestra provincia.
Graduado en 1938, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba con el título de Escribano Público, tras lo cual fundó el “Estudio Notarial y Jurídico Reale” asociado a acreditados profesionales cordobeses como lo eran los doctores Julio Torres y Pablo Losada Echenique. Su dignísima esposa, Dolores María Heredia, siendo también abogada, pasaría a integrar ese centro de profesionales del Derecho.
* * * * *
Desde su juventud militó en las filas del radicalismo, transitando los avatares, las glorias, infortunios y responsabilidades que se vivían en el centenario partido a lo largo del proceso institucional de nuestra República. En los primeros tiempos de su militancia lo hizo tras los principios intransigentes que orientaba el doctor Amadeo Sabattini, para compartir después los ideales y estrategias políticas que lideraba, a partir de comienzos de la década de 1950, el ex presidente doctor Arturo Frondizi, partiendo de la creación de un movimiento político que con la sigla de “Intransigencia y Renovación”, produjo una verdadera renovación de idearios y formulaciones en camino hacia la Presidencia de la República.
Su activa militancia lo llevó a ocupar distintos cargos partidarios, como los congresos juveniles que se realizaron en distintos lugares de la República. En el orden local, fue candidato a presidente del comité central de la provincia en 1955. Fue miembro de la Junta Consultiva Provincial en 1956.
En 1956, producida ya la escisión del partido, fue designado delegado organizador en la provincia de Salta, en cuya gestión tuvo el éxito de obtener para la provincia dos de las tres bancas de diputados constituyentes adjudicadas a esa jurisdicción electoral.
* * * * *
De regreso a su provincia, integró la fórmula gubernamental interna de la Unión Cívica Radical Intransigente, triunfante primero en la elección interna que dirimieron las fracciones lideradas por Arturo Zanichelli-Reale versus Brouwer de Koning-Paschetta. Realizados los comicios para gobernador y vice, triunfó la fórmula Zanichelli-Reale, en las elecciones del 23 de febrero de 1958, asumiendo sus respectivos mandatos el 1 de mayo de 1958.
La obra de Gobierno de la fórmula integrada por el escribano Angel Reale, puso énfasis en el desarrollo del plan energético, la red vial y el estímulo para el campo, sobre todo en el norte provincial, con la creación del Instituto Provincial de Asuntos Agrarios y Colonización (IPAAC) destacándose el programa de instalación de bañaderos para hacienda y los programas de sanidad que fortalecieron la comercialización de los productos agropecuarios.
El titular de la Gobernación, doctor Arturo Zanichelli, con frecuencia se sentía resentido en su salud, por lo que el vicegobernador, escribano Angel Reale, en su investidura, debió remplazarlo en distintas oportunidades, haciéndolo siempre en forma consecuente con los ideales que enarbolaban ambos mandatarios.
Ejerciendo la Gobernación, le tocó la honra y responsabilidad de inaugurar la nueva Casa de Gobierno que se habilitaba en el edificio, a la que a partir de entonces el sentimiento popular le impuso el nombre de Casa de las Tejas.
Sucesos políticos, gremiales, religiosos, universitarios y de toda otra índole que convulsionaban a la Nación, tenían intensa repercusión en nuestra provincia. No obstante, el Gobierno integrado por el doctor Arturo Zanichelli y el escribano Angel Reale enfrentaba y sorteaba la gravedad de los sucesos que ocurrían, aun cuando estas circunstancias adversas y contradictorias no impedían la proyección de obras que contribuían al engrandecimiento general.
En el desarrollo de su plan energético se tropezaban con escollos que parecían insalvables como lo era, entre otros, la insuficiencia del dique San Roque. Esto dio lugar a un plan de electrificación que culminó con la construcción de dos centrales eléctricas, una en la misma ciudad de Córdoba y la otra en la localidad de Pilar. A principios de 1960, un atentado contra los tanques de Shell Mex Argentina, en las afueras de la ciudad de Córdoba, del que resultaran viviendas destruidas y pérdida de vidas, fue la tea que movió a los mandos militares a desatar contra el Gobierno de Córdoba la más ardiente presión, aplicando plan de represión formulado por el Gobierno nacional. Era el Plan Conintes.
El 11 de junio de 1962, fue intervenida la provincia. Al escribano Reale, en su investidura de vicegobernador, le correspondió cumplir la penosa responsabilidad de transferir el poder a la Intervención Federal, acatando la decisión que había decretado el Gobierno nacional.
Así terminaron sus pasos por el Gobierno los mandatarios legítimamente elegidos por la voluntad popular. Así debió retirarse de la Casa de las Tejas nuestro vecino y digno ciudadano, escribano Angel Reale. Fue gobernador, con alternancias, y dejaba la impronta de una conducta pública intachable y transparente. Se reintegró a sus tareas cotidianas en un ambiente que le deparaba el respeto, la consideración y el cariño de la ciudad exteriorizados a través de múltiples manifestaciones.
* * * * *
Ocurrido el desplazamiento de los auténticos mandatarios provinciales elegidos por la voluntad popular, el escribano Reale debió cumplir, junto a otras personalidades de su corriente política, tales como el senador nacional por la provincia de Tucumán doctor Alfredo García, una delicada y sigilosa tarea política con vistas a que el doctor José M. Guido -entonces presidente del Senado Nacional- pudiera acceder a la presidencia provisional del Senado en procura de asegurar la continuidad del proceso político. Pero los sucesos promovidos y ejecutados por los mandos militares, frustraron las mejores intenciones que se acuñaban para lograr la continuidad de las instituciones democráticas de la Repúbica.
No obstante los acontecimientos que se sucedieron con posterioridad, el escribano Reale fue requerido para el ejercicio de nuevas gestiones partidarias. En 1961 fue designado interventor Partidario en el Distrito Capital Federal para dirigir el proceso eleccionario, que culminó en 1962 con el triunfo de la UCRI en ese distrito.
El ejercicio de la política significó para el escribano Reale una aureola de entrega solidaria, de conquista de afectos, de percepción de honores, pero también de requerimientos económicos que condujeron al desprendimiento de bienes de familia y contracción de deudas dinerarias para volver al equilibrio de sus presupuestos familiares.
* * * * *
Como vecino de la ciudad, había tomado participación en actividades sociales y comunitarias. Fue presidente durante dos períodos del Club Atlético y Biblioteca Sarmiento, oportunidad durante la cual le tocó el honor de recibir en la sede social al entonces secretario de Trabajo y Previsión, vicepresidente de la Nación y ministro de Guerra, coronel Juan Domingo Perón, como lo atestigua la fotografía que se exhibe en este espacio.
Integró también, en compañía de su digna esposa, el Club Argentino de Servicio, cuya presencia fue relevante para la entidad. Socio fundador del Club Náutico y del Club de Leones de la ciudad de Villa Nueva. Conspicuo integrante de la comisión que, con recursos comunitarios, adquirió la actual sede de la Policía Federal.
Siendo partícipe de un grupo de amigos que se reunía los días miércoles en las instalaciones de Molinos Fénix, que pasó después a la Planta de Gas de Mario Rizzi, su deceso acaeció en este lugar. Eran éstos sus amigos que fueron los antecesores de los amigos que posteriormente se constituyeron en El Desagüe.
Formó su hogar con la doctora Dolores Heredia y llegaron tres hijos: Mario, médico, que desde muy joven se radicó en Estados Unidos; Miguel, abogado, que alcanzó la alta magistratura en la Justicia, y María Cristina, escribana pública y también abogada, quien preside en la actualidad el prestigioso complejo profesional que fundara don Angel. La honorabilidad de ellos honra a la ciudad.
Se apagó su vida, en la noche del 25 de abril de 1990. La consternación que produjo su muerte dio motivo a sentidas expresiones de dolor en la ciudad, en la provincia y en la Nación. En el Senado provincial, su personalidad fue exaltada con tocantes conceptos por el senador del Departamento General San Martín, doctor José M. Parola.
* * * * *
La ciudad está en deuda con la memoria de este digno vecino y ciudadano. Ejerció la Gobernación de la provincia, lo que por sí mismo es motivo de orgullo y honor.
¿No sería una forma de reparar la falta, asignar su nombre a algún selecto espacio público? ¿No podría ser el subnivel?
Otras notas de la seccion Locales
Olaviaga y Bedano en el racimo de opciones
Los comicios marcados por la presencia de Zannini y Cavagnero en las boletas
"Ya no es factible sostener la imagen de familia dominante"
Entusiasmo y aprendizaje: lo que dejó la Feria de Ciencias
"Cada vez más niños se involucran en la ciencia"
|