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Luis Juez y su gente en la Villa enfrentan horas claves (foto de archivo) |
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El dialogado, durante meses, frente entre las tres principales listas opositoras al accastellismo está más frío que nunca o que siempre.
A cuarenta y ocho horas de expirar el plazo para la conformación de alianzas, el radicalismo mira para adentro, Costa mira para afuera y el juecismo con la ñata contra el vidrio define sus próximos pasos
ESCRIBE: NET
"De chiquilín te miraba de afuera como esas cosas que nunca se alcanzan. La ñata contra el vidrio, en un azul de frío...”
Vale la letra sabia, bohemia, sentimental, surgida de Santos Discépolo. Vale en este instante para hablar del dialogado, durante meses, frente entre las tres principales listas opositoras del accastellismo.
Porque ese frente está en un azul de frío. Más frío que nunca o que siempre.
A cuarenta y ocho horas de expirar el plazo para la conformación de alianzas, el radicalismo con Miguel Olaviaga a la cabeza mira para adentro, Raúl Costa mira para afuera y el juecismo está allí, como dice el tango: con la ñata contra el vidrio y definiendo sus próximos pasos.
De chiquilín te miraba de afuera, como a esas cosas que nunca se alcanzan.
Hubo acercamientos, teléfonos sonando sin parar en Semana Santa, diálogos cruzados. Hubo muchas pequeñas historias. Lo que no hubo es definiciones.
“Se han enfriado las conversaciones, nosotros estamos muy ajustados porque defendemos la interna.” Palabras de un operador de Olaviaga.
Sí. El radicalismo mira para adentro. Cada vez más, cada hora más.
Raúl Costa, a la inversa. Deja que la mirada deambule entre sus compromisos con el peronismo provincial y sus intenciones de ganarle la batalla a Eduardo Accastello.
Una situación complicada para enfrentarla solo, contra un intendente que tiene encuestas más que favorables, el apoyo adicional de Cristina y un corte de cinta tras otro mostrando las obras realizadas por su gestión.
Los cuadros militantes y dirigentes de Luis Juez están allí. Espectadores de estos intereses que condicionan a los posibles aliados.
Están allí, con la fuerte convicción de lograr un cambio en el sistema político de la ciudad y el acompañamiento sin tregua para que Luis Juez llegue a la Gobernación de Córdoba.
Dos motivaciones que comienzan a diferenciarlos de los unos y los otros.
El pasado jueves, los muchachos villamarienses estuvieron con Juez. Le plantearon estas circunstancias y le dejaron a su principal exponente los datos para el análisis.
En la casa de bulevar Sarmiento se palpitan horas claves. Si el “frente“ se precipita al país del nunca jamás, el Frente Cívico debe tomar su propio camino.
¿Cuáles son las alternativas?
Podríamos mencionar cuatro: ir con la UCR, aliarse con Costa, concurrir con candidato propio o abstenerse en Villa María y poner todo el empeño en los comicios provinciales.
En el espacio de Juez, ronda la idea de que “con el radicalismo” va a ser difícil concretar una alianza, en tanto sigan “mirándose el pupo”.
Complicado este punto.
Con Raly Costa, un pacto es aún más complejo y la razón es muy sencilla: Costa tiene una alta participación en la elección provincial con de la Sota y Schiaretti, los rivales de Juez.
Proponer un candidato propio es otra posibilidad. Con viento favorable, podrían obtener dos concejales. “Eso no nos interesa, en este sistema político que tiene la ciudad desde la oposición no se puede construir nada. Para cambiar, es necesario ser Gobierno”, dicen en el entorno de Alejandro Roganti.
“Vamos a tratar que nuestra decisión no sea funcional al oficialismo de Villa María”, es el pensamiento de ese espacio. Lo que hace presumir que podrían no presentarse a la elección municipal ya que la dispersión de los votos opositores es el mejor escenario para Accastello.
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