Ayer por la mañana comenzó el ciclo de conferencias sobre “Cultura vial y conciencia ciudadana” organizado por el municipio y la UNVM.
Ante alumnos de escuelas secundarias, se presentó el investigador del Conicet y autor del estudio antropológico “Cuerpos metálicos”, el doctor Pablo Wright, quien además cuenta con un programa televisivo en canal Encuentro que aborda dicha temática.
Minutos antes de la charla, titulada “Rebeldes viales”, el especialista junto al antropólogo Alejandro Otamendi, brindaron una rueda de prensa en el Salón Oval del Palacio Municipal.
“En ninguna instancia -relata- lo relacionado a lo vial es un valor que se enseña. Primero no comprendemos la responsabilidad de nuestros actos, en general, como ciudadanos. No entendemos que debemos cumplir las normas porque así tenemos que hacerlo y no porque hay un policía o porque le pagás una coima. Y lo que hacemos está asociado al riesgo, tanto como conductores como al cruzar la calle como peatones, que somos ‘salvajes’ o cuando no llevamos casco o con una bici, que porque creemos que no tiene motor o es livianita no hace falta respetar las señales. Hay gente que dice que lleva el chico con él adelante porque lo protege y no sabe que, está comprobado científicamente, que si va a 40 km en un choque los brazos se abren. A todo lo aprendemos sólo cuando muere alguien y allí nos quejamos con la autoridad. Sucede que desde 1900, desde que hay autos en general, tenemos una historia muy despareja respecto a la normativa vial; más bien una legalidad fragmentada. Nos ponemos a veces el cinturón, a veces respetamos el semáforo y a veces no. Esa práctica ciudadana nos dice como nos constituimos frente al Estado”.

Formar a los formadores

“Para cambiar eso, por viene de décadas, no se puede pensar en hacerlo en poco tiempo. Hay que bajar 40 cambios (sic) a la temperatura política y pensar una verdadera política de Estado que no tiene un rédito, sino que gira en torno a la idea ciudadana”, agregó.
Consultado sobre el dicho popular “somos hijos del rigor”, advirtió: “Ya hay multas y sin embargo siguen habiendo siniestros. Ese dicho en realidad deviene de una cultura anti democrática y nuestra experiencia histórica nos hace pensar que eso es verdad. Si fuera cierto tendríamos que tener un regimiento y no un sistema democrático. Son vicios y largas contradicciones que tenemos por no introducir esta temática en la agenda pública”.
Respecto a las campañas o mensajes producidos en dicha orientación, indicó: “Los que dicen que hay que hacer autopistas más inteligentes, en realidad tendríamos que hacer ciudadanos más inteligentes. Pero ninguno sabe cómo se hace porque somos bastante intolerantes y no nos gusta hablar de la finitud, la mortalidad, de nuestros errores y de reconocerlos. Terminamos echándole la culpa al otro. Eso lo vemos hasta en la política donde se trata de sacar algo al otro y mostrarlo como un enemigo, siguiendo una lógica de venganza. Se debe entender que hay otros criterios para acumular político, como valorar los elementos de la práctica ciudadana”.
Interrogado sobre cómo comenzar una revisión de nuestra cultura vial, Wright precisó: “Empezaría formando a los formadores. Que ellos sean ejemplo para sus alumnos o sus hijos. En otros países, a los 6 ó 7 años cuando entran a un lugar miran dónde está la salida de incendio. La idea es apuntar a la prevención”.

Concientización

Por último habló sobre la injerencia de los medios de comunicación que, en general, se enmarcan en una lógica de mercado: “Como dice Habermas, no sólo se debe apuntar a la racionalidad instrumental sino también a la expresiva, de los valores. Los periodistas no sólo deben cubrir al que le cortaron la pierna o lo violaron tres veces, sino producir noticias de prevención tanto edilicias como viales”.
Respecto a las propagandas de concientización advirtió, junto a Otamendi, que se vinculan más con el shock emocional, que pueden incidir en el momento, pero no sirven a largo plazo.