“La homofobia y la discriminación empieza por uno mismo. Es una cuestión de actitud.”
Sentencia de Mario Almada (51). Coiffeur, vuelve a apostar a la apertura de un espacio alternativo de diversión nocturna, en el que las puertas estén abiertas para todas las personas con independencia de su elección sexual.
En 2005 se erigió como el cerebro de Víctor Victoria, un pub que se ubicó sobre calle Chile y que quedó en la historia noctámbula de la ciudad por haber sido el primer boliche dirigido en especial a la clientela gay, sin dejar de lado a los heterosexuales.
Seis años después y con el antecedente de que sólo aquel emprendimiento suyo acaparó al público, regresa al ruedo. Lo hace con “Mamá ya lo sabe”, una disco que ya desde su nombre, pinta la esencia del proyecto.
Ayer, Almada dialogó con EL DIARIO sin tapujos.
“Yo nunca pude hablar de homofobia ni de discriminación, porque no tuve problemas por eso. Me moví en la vida con libertad, sabiendo lo que hacía y nadie me señaló con un dedo. Y creo que es una cuestión de actitud y de valoración de uno mismo”, expresó.
Almada está seguro que no habrá ningún problema con su proyecto por el target al que va dirigido, y afirmó que tampoco tuvo que ver la orientación sexual en el cierre de Víctor Victoria, que cerró sus puertas (cuando él ya se había desvinculado) en el marco de lo que su propietario definió aquella vez como “una persecución municipal”.
“Hay que desmitificar todo eso. Los boliches a los que concurren heterosexuales también tienen y han tenido problemas. La cuestión pasa por las reglas de seguridad y otros asuntos, no por homofobia”, indicó.
Consultado sobre por qué razones cree que en la actualidad no hay espacios dirigidos a los homosexuales, consideró que “no hay tácticas para manejar con cordura lo que puede llegar a significar un espacio alternativo”.
Si bien advirtió que “la homofobia va a estar siempre en la sociedad, y no hablo de la sociedad villamariense sino de toda”, está convencido que hoy “no hay pruritos para abrir un local de este tipo”.
Desde la denominación de la disco (Mamá ya lo sabe), apunta a una diversión en libertad, deslizando que no hay nada que esconder. “Permanentemente tengo contacto con gente que a diario se entera de las elecciones de vida de sus hijos y lo toman de manera natural y permisible. Hay una total apertura de los padres en general, si bien hay a quienes les cuesta enfrentarlo”, manifestó.
Almada brindará desde el boliche algunos shows. “Pretendo exhibir un espectáculo gay a gente que no siéndolo le da el valor artístico a shows que a diario nos muestran personajes en todos lados”, dijo. No obstante, aclaró que no quiere caer “en lo que son los shows típicos de los lugares de esta naturaleza; o sea, busco que para todos les sea agradable, no sólo para una parte de la comunidad”.
Almada está convencido de que el local acaparará al público heterosexual. “No apunto a que sea un ghetto”, subrayó. Y cree que a la ciudad -la que define como “muy grande, pujante, maravillosa y espectacular”- le falta un espacio alternativo como el que propondrá desde mediados de mayo en Colón al 1080.