@La gesta
Por Raúl Costa, ex candidato a intendente
Hay gestas, hay hechos históricos que deben ser recordados por la importancia que tuvieron por haber transformado el devenir de un pueblo, de una Nación, por haberse convertido en revolucionarios, por haber cambiado las estructuras políticas y sociales ya que después de esos hechos ya nada fue igual.
Y tal vez, el acontecimiento transformador por excelencia en el Siglo XX fue lo ocurrido en un día como hoy, el 17 de octubre de 1945.
Esa historia, la del 17, no tiene dueños. En todo caso, el dueño es el pueblo. Esa historia la escribió el pueblo, en la Plaza de Mayo y en las calles, marchando, uniendo por primera vez las barriadas proletarias con la ciudad a pie, a caballo, en bicicleta, en carros, en colectivos atestados, lo que aquella marcha significaba era la irrenunciable decisión de liberar al hombre que hablaba el lenguaje del pueblo señalando el camino de la justicia social.
Los talleres y fábricas quedaron vacíos, sin importar la suspensión o el despido. Cantando. Vaya detalle, cantando. Hermanados en la fe y en el grito, sostenidos por una sola palabra que significaba tanto... Nacido en las bases mismas de ese pueblo lo que le dio fuerza y vigor porque se sabe que “el fuego pa´ calentar, debe ir siempre por abajo”, como dice el Martín Fierro.
Hecho único e irrepetible. El concepto de revolución pacífica en su máxima expresión al que se sumarían intelectuales, artistas, pensadores de gran mérito porque eran mirados como extraños y contribuyeron a forjar el pensamiento nacional, dando palabras a lo que se estaba gestando.
Pasaron 63 años y cuesta encontrar en la historia contemporánea otro hecho que haya marcado tanto la vida de una nación como éste. Pronto se cumplirán 25 años del retorno definitivo a la democracia, tal vez este acontecimiento sea tremendamente significativo porque también se trató de un triunfo del pueblo. Por lo pronto, indagar en sus causas y sobre todo, valorar en su justa dimensión el rol del pueblo en ese día nos sirve para pensar y recordar a esta fecha, la del 17, la del día en que ya nada fue igual.

@Una lealtad con mayúscula
Por Rosa Cámpora, concejala
El 17 de octubre de 1945 fue posible por muchas causas, pero indudablemente que hubo una, representada en la férrea voluntad de una mujer, que influyó decisivamente en el desarrollo de los hechos.
Ella logró convencer a todos los dirigentes gremiales para que confluyeran en un acto de tal magnitud que posibilitara la liberación del líder.
Se trata de una mujer leal: Eva Duarte de Perón. Ella fue leal a su compañero de la vida, Juan Domingo Perón; fue leal al movimiento obrero y fue, fundamentalmente, leal al pueblo argentino.
Los trabajadores del ´45 tenían esperanzas de mejorar su condición y no quisieron bajar los brazos dejando que Perón se retirara de la vida pública, como lo había insinuado en las cartas que le enviaba a Eva desde su lugar de detención.
Por eso salieron a la calle. Por los derechos de los trabajadores, por la distribución equitativa de la riqueza, por el estudio de sus hijos. En definitiva, salieron a la calle para que se hiciera realidad la naciente doctrina de la Justicia Social.
Es por eso que hoy los peronistas debemos revalorizar el concepto de lealtad. Lealtad al único heredero de Perón, el pueblo argentino.
Esa lealtad debe traducirse en acciones concretas desde lo cotidiano, desde el trabajo público o privado y desde la militancia. Debe traducirse, en definitiva, en la búsqueda incansable de la justicia social.
Es por eso que considero un mandato construir las bases de esa red solidaria para que todos, sin exclusión, podamos alcanzar aquello que soñaron esos hombres y mujeres del ´45.

@Ratificar el compromiso militante
Por Sebastián Capurro, de la Juventud Peronista del Departamento San Martín
Hoy 17 de octubre es un día muy especial para el pueblo peronista, es la ratificación del compromiso militante de este movimiento surgido en 1945 y que perteneció a los trabajadores, ya que fueron ellos los que lo protagonizaron y los que recibieron el beneficio tiempo más tarde. No fue Perón quien los convocó. Fueron los trabajadores de todo el país quienes llegaron por propia voluntad, autores materiales e intelectuales de ese día tan caluroso en que decidieron cambiar su propio destino de postergación y explotación y romper con la patria esclavizada por la oligarquía terrateniente.
A este día, debemos sentirlo como el camino que nos traslade nuevamente a la felicidad de aquel glorioso día del ´45, en donde aquella movilización de masas hizo temblar al poder conservador de manera apabullante, que, por primera vez en la historia argentina, con tremendo horror veía una revolución que iba a cambiar un modelo que llevaba más de un siglo enquistado en el poder (de agro ganadero a industrial) y que tuvo que observar cómo se producía la más maravillosa y justa transferencia de recursos de una clase a la otra, estableciendo así la más equitativa redistribución de las riquezas jamás vista hasta estos días. Ser peronista, como siempre dice un compañero periodista local, no es fácil, nunca lo ha sido y seguramente nunca lo será, este movimiento basado en la solidaridad al prójimo, en la permanente lucha en contra de las injusticias es sinónimo de pelea continua con los que más tienen para intentar lograr equidad social.
El entorno de este 17 de octubre de 2008, nos encuentra asistiendo a una etapa de amplio desarrollo, haciendo frente a grandes crisis económicas mundiales pero con un modelo de país en marcha y encaminado, con definiciones claras y sólidas para afrontar conflictos de la economía extranjera. Hoy podemos observar que desde hace mucho tiempo la Argentina estaba prisionera del capitalismo mundial y fue esta gestión de Gobierno peronista que nos permite pararnos ante este brete y poder manejar nuestra realidad. No hace tanto tiempo atrás, esto era impensado para cualquier analista político o económico.
Como jóvenes que trabajamos por la Patria justa, libre y soberana que sostenía nuestro líder Juan Perón y entendiendo que el único heredero del General Perón y Evita es el pueblo, nos sentimos orgullosos de que nuestra Patria tenga un modelo de país en marcha y ratificamos nuestro apoyo incondicional a la conducción del movimiento nacional y popular justicialista.