En la década del ‘70, un dibujo del genial Mingote, que tuve la oportunidad de comentar con él no hace mucho, mostraba a un pájaro encerrado en su jaula que era contemplado por un hombre en cuyo rostro se reflejaba la conmiseración por la falta de libertad del ave. Pero todo el conjunto, hombre y jaula con pájaro, se encontraba a su vez dentro de otra jaula, circunstancia que evidentemente el humano ignoraba.
El dibujo, auténtico editorial sin palabras, invitaba a reflexionar sobre los distintos niveles en que puede manifestarse la privación de libertad, solapada carencia social de la que frecuentemente no son conscientes sus propias víctimas.
Para conmemorar el Día Internacional de la Libertad de Prensa, que se celebra hoy, la Asociación de la Prensa de Huelva ha convocado a unos actos que se iniciaron en la Fundación Caja Rural del Sur con una conferencia de la maestra de periodistas Rosa Calaf; continúan hoy con una mesa redonda en la que intervendrán Javier Chaparro, Agustín Samaniego y Rafael Unquiles, y culminarán en la Ciudad de la Cultura de Almonte, mañana, con una exposición fotográfica de Manuel Arroyo y la presentación del libro “Crónicas marruecas”.
Pero de esta convocatoria me interesa destacar ahora el dibujo que la acompaña, que podría verse como una continuación del de Mingote. Se trata de una jaula abierta, de la que está saliendo una pajarita de papel.
El mensaje es alentador, y también correcto si lo circunscribimos a la realidad de que en nuestro país, a diferencia de lo que sucede en demasiados lugares del mundo, ya no existe censura política a la expresión de ideas y opiniones en los medios de comunicación.
No obstante, el panorama no es tan satisfactorio si observamos otras formas posibles de restringir la libertad de expresión. La objetividad de los periodistas no debería verse coartada por ningún tipo de presiones. Lastimosamente, en no pocas ocasiones, intereses económicos o políticos pretenden influir decisivamente en los contenidos de la prensa, no sólo en los artículos de opinión, lo que ya sería dudosamente admisible, sino también en los espacios dedicados a la información. El fantasma de la manipulación, por acción o por omisión, permanece plenamente activo.
Adquirir conciencia de este hecho es el primer paso para ponerle remedio. Por el contrario, ignorarlo es propiciar situaciones como la que refleja esta metáfora de la poeta argentina Susana Giraudo: Y aquí la tienes, desolación / es un pájaro ciego / en una jaula / abierta.


Jaime de Vicente Núñez
jaimedevicentenunez@gmail.com