Los chicos de las escuelas que tienen jornada extendida gozan de más horas de educación pero perdieron la posibilidad de volver a casa para el almuerzo al mediodía. Y, para colmo, no está previsto en la mayoría de las escuelas un servicio de alimentación sana, por lo que se las tienen que arreglar con un pebete o con la vianda que la familia puede acercar, en los casos en que no viven tan lejos.
Esa situación genera muchas diferencias entre los chicos. “Así como se logró que con el guardapolvo se igualen los alumnos, con la comida diferenciada hemos retrocedido”, dijo una docente.
“Hay chicos cuyas madres les traen su vianda, mientras que otros están comiendo un pebete y, algunos, arreglándose con unos bizcochitos”, agregó.
Esas diferencias a la hora del almuerzo son caldo de cultivo para las burlas que suelen enunciar los pibes, generando todo tipo de problemas en la escuela. “Esto se solucionaría con el Paicor”, dijo una mamá de la misma institución educativa.

Sin definiciones

Ante este reclamo, EL DIARIO consultó al titular del Paicor en el departamento San Martín, Rubén Erregarena, quien señaló que “no hay definiciones sobre el tema”.
Espera que el jueves, en una reunión que mantendrá en Córdoba, se dé alguna respuesta para poder contestarle a los padres y docentes que plantean la necesidad de incorporar el servicio para todos los que se quedan seis horas en el aula.
Erregarena aclaró que se está estudiando “aumentar las raciones en las escuelas que ya tienen el servicio” y no para las que “ni siquiera cuentan con un comedor”.
Tal el caso de la José Ingenieros, Bianco, Paraguay y Alberdi, entre otras.
De 8 de la mañana hasta las 14.30, que es el horario extendido, los chicos necesitan un alimento fuerte y saludable. Y no lo tienen.
Las escuelas buscaron alternativas dentro de las limitaciones. La mayoría optó por adelantar la salida a las 14 y así acortar el horario de ayuno.
Además, implementaron una serie de soluciones. Por ejemplo, en el José Bianco, pusieron un tablón en el patio techado para que los chicos coman sus viandas o sándwichs. En la Agustín Alvarez, escuela que tiene Paicor pero que, por la jornada extendida se sumaron casi 80 chicos que están en el horario del almuerzo sin ración, optaron por disponer de un tablón en el pasillo.
En el Alberdi, directamente guardan el cuaderno y comen sobre el pupitre.
En el quiosco de la José Ingenieros implementaron un menú a 10 pesos, lo que hace que una familia deba erogar 200 al mes para que el niño coma de manera saludable.
“En el colegio Mármol, como comenzaron el año pasado con la jornada extendida, logramos que este año estén incorporados todos los chicos. Pero en las otras escuelas aún no hay definiciones”, explicó Erregarena.
Como queda claro, ante la improvisación oficial, los docentes y los directivos de las escuelas hacen lo posible con lo que tienen a mano, lo que es poco. Mientras tanto, los chicos sienten que no son todos iguales a la hora de sentarse a la mesa.

10% menos de raciones

En otro orden, Erregarena fue consultado sobre la disminución de raciones a raíz del nuevo sistema del Paicor que eliminó de la lista de beneficiarios a los chicos cuyos padres ganan más de 2.500 pesos.
“No tenemos el padrón exacto para decir cuántas raciones se dieron de baja”, señaló.
De todos modos, sabe que el año anterior eran 4 mil y en el presente ciclo lectivo, se disminuyeron a 3.600.
“Todos los años hay variaciones por la matrícula, por lo que no le puedo decir cuánto de ese 10% menos, se debe a la baja por el ingreso de la familia”, indicó.
“Se han iniciado muchos reclamos y en algunos se consideró que las familias tenían razón por lo que se restituyó el servicio a esos chicos. En otros casos, empezaron el reclamo pero no presentaron la documentación exigida, por lo que siguen dados de baja. Pero no tenemos el padrón exacto del Departamento San Martín”, concluyó el funcionario.