El Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Bell Ville (Cispren) repudió a través de un comunicado “la actitud salvaje, antidemocrática, autoritaria y facinerosa de los inadaptados sociales que promovieron el escrache con fines de amedrentamiento contra la legisladora nacional Cecilia Merchán”, impidiendo de esta manera que se desarrolle de acuerdo a lo previsto la charla debate sobre la reforma a la Ley de Radiodifusión Argentina, que se iba a realizar con su presencia en el Palacio Municipal de la ciudad del sudeste.
“Organizados en hordas enardecidas contra una dama y respondiendo a los más bajos métodos de la caza de brujas, estas muecas de dirigentes rurales apadrinados por Germán Suárez y Antonio Bernardi protagonizaron con su presencia en el lugar uno de los capítulos más abyectos de nuestra historia como bellvillenses, conduciendo a individuos desaforados hacia la violencia verbal de la que varios trabajadores de prensa fuimos víctimas, violencia doblemente condenable cuando en su desarrollo fueron víctimas dos mujeres colegas, Adriana Tomasa y Araceli Maccari”, dice el comunicado.
El Cispren de Bell Ville agradeció a las autoridades municipales por el préstamo del salón Walter de Navazio y les pidió disculpas “por la inesperada actitud de estos desaforados, rogándoles sepan entender que se trató de un episodio ajeno a nuestro ánimo”. “También agradecemos la presencia de la Policía de la provincia de Córdoba, cuyos efectivos impidieron que los inadaptados agravaran sus actitudes. Y agradecemos también a los hombres y mujeres de buena voluntad que nos acercaron múltiples muestras de solidaridad”.
“Finalmente, hacemos totalmente responsables de este mal momento y de sus futuras consecuencias a los individuos Germán Suárez y Antonio Bernardi, en especial éste último, con quien habíamos acordado en horas de la tarde un encuentro entre la dirigencia rural y la diputada Merchán en el estudio del contador Hugo Carassai, luego de la charla debate sobre la ley de Radiodifusión”, añade el escrito elevado a la prensa.
“Bernardi no solamente no cumplió con su palabra, sino que además participó activamente consintiendo y avalando con su presencia la distribución de material panfletario infamante y degradante hacia una persona elegida por la ciudadanía”, enfatizó el Cispren.
“Nosotros no estamos en contra de las fuerzas productivas de la ciudad y de la región, y mucho menos en contra del campo, pero este sentimiento de simpatía hacia el sector no debe confundirse con un aval tácito o explícito hacia la intolerancia que profesan quienes se creen el reservorio moral de la República. Esa fantasía de algunos dirigentes ruralistas solamente conseguirá más desunión entre los argentinos y la penosa postergación de los sueños y esperanzas de millones de personas”, concluye.