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"Estamos esperando al compañero Carbonetti.” La voz de la locutora del acto del justicialismo local se expandió por todo el salón provocando impacto en algunos sectores de la platea que no esperaban, tal vez, la presencia de uno de los hombres más polémicos de José Manuel de la Sota.

Pero como “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”, el “Mingo” fue recibido con aplausos (no muy efusivos), se abrazó con Nora Bedano al entregarle el certificado de presidenta del Consejo Departamental del PJ y hasta se dio el lujo de hablar en un acto que estaba preparado a la medida de Eduardo Accastello y con la ruidosa y apasionada presencia de la juventud K.
“Borom bom bom, Accastello gobernador”, cantaron los muchachos y muchachas pintando la escenografía del escenario.

La muestra de unión, que no fue por amor sin duda, le puso al intendente local la banda de un protagonista de privilegio en el cartel de apoyo a la reelección de Cristina.
El propio Carbonetti lo dijo: “Para que Villa María siga siendo peronista, para que Córdoba siga bajo la administración justicialista y entre todos el 23 de octubre, Cristina siga siendo la presidenta.”
Tín tín.
“Hasta la victoria”, fue la frase de otro delasotista, Carlos Mainardi.
“Unión (por Córdoba) y Victoria (por Frente), las dos palabras que sintetizaron la asunción de las autoridades del peronismo departamental.

Con la visita de dos ministros de la Nación en el transcurso de una semana y la unidad en su territorio (con felicitaciones a Darío Ranco por su aporte), Accastello sigue manteniendo el misterio en torno a la candidatura a intendente en Villa María y los pasos que dará en el terreno provincial.
“Me interesa el proyecto nacional y lo local”, fue su definición.

En el tablero que aún no tiene todas las piezas acomodadas, buscan su lugar los otros candidatos al Sillón de Viñas: Raúl Costa y Miguel Olaviaga.
La movida local tiene ese qué sé yo... Caminás por las callecitas y de pronto se aparecen ellos.

Café al paso

El fin de semana, dos justicialistas de origen se dieron la mano y compartieron un café al paso. Nos referimos a Raúl Costa y Enrique Sella.
Costa busca aliados para sus intenciones de llegar a la Intendencia a través del Partido Villamariense y Sella busca un espacio que contenga a su gente sin necesidad de ir con lista propia.
La dupla Sella-Capitani, que años atrás lograron una banca, pretende algunos lugares de privilegio en la boleta porque no piensan ser convidados de piedra.

En esas negociaciones están. Dicen que han avanzado dos o tres pasos y que en los próximos días podría quedar cerrado el acuerdo con un buen moño.
Costa sigue con su “rally” de tirar propuestas y recorrer los barrios.
Hace pocas horas estuvo en Villa Albertina acompañado por el concejal Ricardo Pereyra y el médico responsable de los equipos técnicos, Julio Tabarez.

“Se debe terminar con los caprichos, la soberbia y el intento de monopolizar las ideas y el pensamiento vecinal”, precisó el candidato, al mismo tiempo que Pereyra instó a recuperar la mística vecinal.
En estos ejes funciona la campaña de quien fuera uno de los hombres de Accastello y, desde 2007, un adversario.

Recuperando la Lista 3

El radical Miguel Angel Olaviaga, por el momento, apuntó su estrategia al fortalecimiento del radicalismo y el trabajo en comisiones confeccionando la plataforma que presentará a los vecinos.
La recuperación de la Lista 3 de la UCR, perdida en los últimos años en el marco de alianzas, está en pleno proceso.
Sumó viejos amigos al trabajo “fino”, entre ellos el empresario Jorge Valinotto que, sin aspiraciones, estará en la parte de asesoramiento político.
Los radicales se muestran muy entusiasmados y sueñan con el retorno al gobierno después de doce años, como pasó ayer en La Falda con el amplio triunfo de Eduardo Arduh.
Todos piensan en las urnas que el 26 de junio hablarán con la voz del pueblo.