Alejandro Bertotti, sometido a juicio por el crimen de su esposa embarazada Natalia Vercesi, cometido en 2009 en la ciudad de San Francisco, aseguró ayer que Leonardo Forti, el otro imputado de esta causa, mató a su mujer porque él se arrepintió de participar de un negocio de drogas que le habían propuesto.
“Viste, gil de mierda (sic), te maté a tu mujer. Poné la plata y no hablés, que si no voy a matar a tu hija”, aseguró el viudo que le dijo Forti el día del homicidio.
Bertotti y Forti declararon en una nueva audiencia del juicio oral que lleva adelante la Cámara del Crimen sanfrancisqueña con jurados.
“Nati fue el amor de mi vida. Un grave error mío provocó la muerte de ella”, declaró el viudo en referencia a que él se arrepintió de participar del negocio de la venta de drogas que le habían ofrecido Forti y el hermano de éste, Diego.
Es que, según Bertotti, Diego Forti, al que conocía desde hacía años, le había confesado que trabajaba de “mulita” que distribuía droga para gente de San Francisco.
En ese sentido, el viudo reconoció que primero se dejó llevar por “la ambición por el dinero” y acordó con los Forti que tenía que entregar 20.000 pesos para entrar al negocio, aunque aclaró que después se arrepintió y se lo comunicó a los hermanos.
“Se pusieron como locos, me dijeron que era imposible (salir del negocio), que se habían contactado con cierta gente peligrosa y que tenía que poner la plata sí o sí, porque me iban a hacer bosta (sic)”, expresó Bertotti, quien se quebró durante su declaración.
Respecto del día del crimen, el viudo, ex basquetbolista y actual kinesiólogo, relató que cerca de las 18, Forti lo fue a buscar al hospital donde trabajaba y le “reclamó el dinero”, tras lo cual él se fue a su casa en su auto.
Siempre según Bertotti, más tarde él estaba en su vivienda junto a su mujer cuando dos hombres encapuchados ingresaron al lugar.

s “Dame la plata o mato a tu esposa”

“Ya en el interior de la casa, uno de ellos me dijo: ‘Si no querés que mate a tu señora, dame la plata’. Les di el único dinero que había en la casa: unos mil pesos”, manifestó el imputado, tras lo cual añadió que se originó el ataque contra su esposa, que recibió 24 puñaladas.
Bertotti, quien pidió perdón a la familia Vercesi por no haberle dicho que Natalia había muerto por un error suyo, relató que luego del ataque vio a Forti cuando se lavaba las manos “en una bacha”, mientras le decía que había matado a su mujer.
“Enseguida me acerqué a Nati y vi que estaba casi muerta, y me dio miedo. Tuve mucho miedo por mi hija (Julieta). También pensé en si la Policía me creería lo que había pasado”, dijo el viudo.
Por su parte, Forti reconoció que tenía que pedir disculpas a mucha gente y reiteró la declaración que brindó durante la instrucción de la causa: que había sido contratado por Bertotti, quien quería simular un robo en su casa e intimidar a Vercesi porque “había problemas en la pareja”.
Este joven contó que golpeó a la víctima en la cabeza con un hierro, luego la inmovilizó y fue a buscar los 15.000 pesos que le había prometido Bertotti, pero que éste lo atacó, por lo que tomó el dinero que había sobre una mesa, unos 1.500 pesos en efectivo, y huyó.
Sin embargo, Forti negó que haya existido un negocio de venta de drogas e insistió en que todo había sido “planeado por Bertotti”.
Antes de las declaraciones de los acusados, que no estuvieron presentes en el recinto cuando el otro hablaba, se leyeron los resultados de las pericias psicológica y psiquiátrica a Forti.