La escuela primaria Manuel Belgrano de Villa Nueva celebrará esta noche, en el marco del 182º aniversario de la vecina ciudad, sus primeros 70 años de vida mediante una informal cena de reencuentro que se llevará a cabo en su propia sede ubicada en Belgrano 681.
En la ocasión, donde se congregarán cerca de 250 personas, actuarán el grupo teatral de inclusión Mascaradas (colectivo escindido de Quijotada) y el taller de Ritmos Latinos, que habitualmente ensayan en dichas instalaciones.
En la jornada de ayer y en diálogo con los medios, la directora Ana María Falco se explayó sobre la actualidad del establecimiento educativo, con sus respectivas necesidades edilicias y las problemáticas que afectan ciertas prácticas pedagógicas, al tiempo que recordó los diferentes hitos históricos que marcaron su desarrollo.

@Aportes y refacciones

"Como es evidente nos falta muchísimo en cuanto a las refacciones", indicó Falco, aunque enfatizó las gestiones que el intendente Cavagnero, dependencias del Gobierno provincial y el legislador Frossasco han realizado en los últimos meses. "Antes nos pasaba que presentábamos las carpetas y nos decían que se perdían... Ahora se ve que hay voluntad", precisó. "Desde la Dirección de Infraestructura provincial han venido a inspeccionar las instalaciones y nos han prometido que en 2009 empezaremos con una nueva cara, en cuanto a reparaciones", agregó. Este contacto más fluido entre el centro educativo y la provincia responde, según conjetura Falco, a un mayor interés depositado en las escuelas tradicionales que habían sido relegadas en la anterior etapa de planes de construcción para nuevos establecimientos. De hecho, el IPEM 322, el nivel secundario que se desprendiera de la escuela Belgrano y que comparte la misma manzana, cuenta con nueva infraestructura desde 2002. Volviendo a la acción gubernamental, la provincia solventará la terminación de baños y de dos aulas y sólo la mano de obra para la pintura, dado que los materiales para este caso ya han sido obtenidos gracias a eventos solidarios que realizara la institución. Por otra parte, Falco advirtió que, como próxima inversión, se deberá aportar a un mejoramiento en obras de cloacas.
Actualmente, la matrícula de la escuela asciende a unos 450 alumnos divididos en dos turnos. Según señala la directora, el establecimiento es uno de los más populosos de Villa Nueva, aunque años atrás la cantidad total superaba los 500 estudiantes. "Nuestro centro, que se nutre de los barrios Parque (donde está ubicado), San Antonio y La Floresta entre otros, registra cierta franja variable de chicos que son llevados por sus padres a trabajar y abandonan momentáneamente y de otros alumnos cuyas familias acaban de arribar a la ciudad e ingresan al ciclo". De todos modos, advirtió que "el número actual es el que debemos mantener hasta que no se amplíen los baños, de lo contrario se colapsaría ese servicio".

s "¿Cómo te
oponés al hambre de un chico?"

Del total del estudiantado, 188 alumnos asisten al comedor PAICOR. No sólo se trata de un paliativo alimenticio, aclara la directora, sino que ese espacio se constituye como el lugar de contención que suplanta a la familia, donde se brinda, en muchas ocasiones, la única comida vespertina de los chicos. "A veces ofrecemos el servicio a más alumnos de los que deberíamos, pero cómo te oponés al hambre de un chico", resume Falco.
Las carencias que reporta en el alumnado se traducen en dos problemáticas, que vale decir, se han generalizado en los últimos tiempos en la mayoría de los establecimientos. "Por un lado contamos con el temor que expresan los padres con lo que pueda pasar en la calle, entonces los chicos pasan más tiempo encerrados y cuando llegan acá es donde canalizan todas sus energías. Al cambiarse las formas de sociabilización, no están acostumbrados a sentarse bien antes de comer, a hablar antes de expresarse violentamente. Es más, hasta tenemos que enseñarles juegos colectivos como el tejo, la rayuela. Los varones, por ejemplo, están muy compenetrados con 100% lucha y es difícil contenerlos".
Por otro lado, la insatisfacción de necesidades alimenticias complota con el desarrollo pedagógico en el aula. "Muchos padres sólo se preocupan si el chico ha comido en la escuela y no se fijan en las notas. O sucede que muchos alumnos llegan con dolores de cabeza porque no han comido y entonces qué les podés pedir que hagan una operación matemática." Aunque esa es la realidad imperante, Falco señala: "Esperemos que en un futuro menos chicos dependan del comedor".

@La institución en la historia

La escuela comenzó a funcionar el 9 de abril de 1938 en la intersección de calle Belgrano y España, bajo el nombre de Escuela Barrio Parque de tercera categoría, dirigida por la maestra Elena Prado de Braun. Luego, en 1945 se crea el actual edificio, cuya manzana era acaparada por la institución como patio. En 1967 se crea el jardín de infantes y diez años después se inaugura el patio cubierto. En 1978 se monta la cantina escolar y en 2002 se erige el IPEM 322, nivel secundario, en una de las esquinas de la manzana, en Lima y Rivadavia. Ese proyecto fue ideado por la ex directora Gladys Goya de Olavide, como nueva opción para los jóvenes villanovenses que finalizaban la etapa primaria. En su remplazo, obtuvo el cargo Graciela Mirotti de Paredes, hasta hace cuatro meses atrás cuando se dispusiera a Ana María Falco de Porta como directora suplente. El plantel docente está compuesto por 20 maestras de grado, seis de Ramos Especiales y tres directivos.