El intendente Guillermo Cavagnero confirmó anoche que será el candidato del Partido Justicialista - Frente para la Victoria en los comicios del próximo 3 de julio, en un acto peronista que se llevó a cabo desde las 21 en el salón del Club Alem, que se observó absolutamente colmado de vecinos. No estuvo solo, en cuanto a figuras políticas se refiere: llegó acompañado por el mandatario villamariense, Eduardo Accastello y la diputada nacional Nora Bedano, además de autoridades a nivel provincial del partido, como Gustavo Magrín. El titular del Ejecutivo de Villa María también le dio un fuerte respaldo llevando a miembros de su Gabinete y a ediles como Carlos De Falco. Se observó la presencia del titular de la ANSES local, Guillermo Rocha.
La espera de la palabra del jefe comunal se matizó con la música de Palito Sánchez y un repaso de algunos de los logros de la gestión, enumerados por el locutor del acto, el animador radial Alberto Luna. Sobresalieron las cuadras de pavimento.
Si bien en los primeros minutos la ceremonia fue algo serena, lejana a los actos peronistas, con el correr del tiempo la temperatura subió.
Hubo bombos, papel picado, marcha peronista y algarabía generalizada, todo digitado por el titular de Relaciones Institucionales del municipio y referente de la Agrupación Eva Perón, Jorge Elhall.
“No hay quien pueda conducir como usted”, le dijo una dirigente barrial, perteneciente al Residencial América, la primera en tomar la palabra. Le siguió Magrín, quien le prometió acompañamiento por parte de Cristina de Kirchner, Accastello y Bedano a un eventual nuevo mandato de Cavagnero. La que llevaría al jefe comunal a exhibir un rostro desencajado por la emoción fue la primera dama de Villa María, Nora Bedano, quien habló en su calidad de presidenta del consejo departamental del Partido Justicialista.
Resaltó la importancia trascendental de la decisión que tomaría el flamante candidato y dijo que quien conduce los destinos de un pueblo “deja de ser propiedad exclusiva de la familia, de los padres, de los hijos, de los hermanos y pasamos a ser propiedad del pueblo”. En ese sentido, llamó a los vecinos a sentir “en carne propia esta decisión” y a “abrazar simbólicamente” a la familia del mandatario, porque “no siempre la vida pública trae satisfacciones, logros y congratulaciones”.
Luego, la diputada convocó a mirar “con un espejo retrovisor” a la Villa Nueva “de hace apenas cuatro años atrás” y a compararla con lo que es hoy. Indicó que la decisión representaba “mantenernos como cuatro años atrás o seguir apretando el acelerador contra viento y marea” para continuar con el progreso.
Resaltó que se cumplió con “casi todo lo prometido hace cuatro años” y pidió a la gente (alrededor de 200 personas) ir casa por casa a partir de hoy utilizando “la palabra”. “Mañana (por hoy) salimos a trabajar, a buscar votos, a convencer a incrédulos, a quienes miran con gratitud a la presidenta, pero quizás no se animan a decirlo”. Más tarde, se unió en un fuerte abrazo con Cavagnero y luego con su mujer, Adriana.
Precisamente Adriana -la primera dama de Villa Nueva- quien estaba junto al pequeño hijo que tuvo con el mandatario, fue la que quebró emocionalmente a Cavagnero a la hora de brindar su discurso.
“A cualquier vecino le llena de orgullo y yo soy un vecino orgulloso de que ustedes me pidan que volvamos a gobernar”, fue lo primero que dijo el intendente. Acto seguido, subrayó que “en la política hay que tener a la familia al lado” y le agradeció a su esposa, mirándola emocionado, por acompañarlo.
“Una vez más ella me dio el visto bueno para seguir. Es importantísimo tener a la familia al lado de uno. Hay muchas cosas difíciles que uno pasa en las que indefectiblemente uno los necesita”, argumentó.
“Gracias Adriana y espero que mi papá también lo entienda”, expresó y por segunda vez se quebró. La gente entonces lo aplaudió y cantó por su reelección.
En lo que a gestión se refiere, declaró estar convencido de que la ciudad “alguna vez tiene que autofinanciarse” y elogió al Gobierno de la Nación por posibilitar una ambulancia, una trafic para chicos con discapacidades, otra para los adultos mayores, equipos de rayos y laboratorio de última generación. Resaltó las cuadras asfaltadas, “más de noventa en tres años y medio”, la conclusión del plan 36 Viviendas de La Floresta, el gas, cloacas y agua.
“Podemos salir tranquilos a la calle. Y vamos a hacer mucho más”, afirmó.