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Rodrigo Aguirre anotó un gol y fue lo mejor de la noche playosense |
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Escribe: Daniel J. Cerutti
En una labor colectiva que alcanzó plenitud en ciertas instancias del segundo parcial, Universidad consiguió una indiscutible victoria (3-0) frente al alicaído Sportivo Playosa y ello le permitió quedar solo en la segunda colocación.
Partido desagradable, con un comienzo donde la opacidad ofensiva brilló por su persistencia; tanto Matías Semenzín en el local como Ballatore en el huésped tuvieron un pasar sin sobresaltos y las situaciones de riesgo prácticamente no existieron. Tal es así que en la primera llegada certera, a los 40 minutos, el siempre temible Mauro Fuente prolongó hacia la red y con golpe de cabeza una rápida incursión donde también intervinieron Liendo y Truglio.
Ciertamente que la “U” estableció algunas conexiones en proyección ofensiva más continuas, pero en el concepto parcial de los primeros 45 minutos, ninguno fijó merecimientos para llevarse la victoria. Ni individual ni colectivamente los rivales rindieron, siendo más evidente la dispersión que la integración, el criterio destructivo sobre el creativo; componiendo así una sección olvidable y salvo la jugada apuntada que sin dudas brindó mayor margen de confianza al ganador para afrontar la parte final del cotejo, lo demás fue chato y cuestionable.
En el segundo tiempo, Universidad manejó el control del esférico, puso presión en el medio, luciendo Rodrigo Aguirre por su presencia organizativa y precisión en los pases, fijando líneas de avance por uno y otro sector que en la elaboración potencial del juego fructificaron para definir la contundente victoria. Aun así, con la mejoría del visitante, el partido siguió adoleciendo de fallas técnicas y estratégicas, con el agregado de acciones mal intencionadas que obligaron a la constante intervención del árbitro para aplacar el rigor temperamental de algunos jugadores.
El segundo gol conseguido por Barbuio a los 9 minutos, luego de una buena acción individual, definió el pleito; asimilando así de inmediato el ganador el golpe adverso que había significado dos minutos antes la expulsión de su mediocampista Joaquín Hernández. Playosa careció de poder ofensivo en todo el encuentro y, salvo un intento de Menegotto bien conjurado por Ballatore en la parte final, lo demás fue pura manifestación de deseos; con una gama de recursos restringida al extremo en la búsqueda del gol.
Faltando 10 minutos, Aguirre con un golazo desde fuera del área, puso el 3 a 0 contundente, quizás exagerado en su expresión pero que de ninguna manera aplaca los merecimientos del conjunto académico. Playosa, con una formación juvenil inexperta y privada de fundamentos futbolísticos volvió a sucumbir ante la condición de equipos más conformados táctica y estratégicamente, en lamentable proceso adverso para sus aspiraciones que se reitera partido tras partido.
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