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Hugo Yocca pondrá todo su empeño y empuje para llevar adelante a un Alumni que necesita los tres puntos |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
(enviado especial)
En la tierra del buen sol y el buen vino, el pronóstico del tiempo para hoy indica nubosidad variable y tormentas aisladas… Vaya ironía para Alumni, que se encuentra desde ayer en la localidad de San Martín y que desde hace rato tiene su cielo gris. Por eso esta noche, a partir de las 20, intentará por lo menos despejar mejor su horizonte en el Argentino A, poniendo alma, corazón y fútbol ante Deportivo Maipú en, tal vez, uno de los partidos más importantes que se le presentan desde que milita en la tercera categoría.
El duelo en la “Vergara” (como le dicen los maipucinos a su estadio), que tendrá el arbitraje del paranaense Flavio Márquez, será crucial para el futuro próximo del club villamariense, que se despide así de la Fase Reválida y busca conservar su patente de profesional con un resultado que le otorgue un poco más de tranquilidad en la tabla general del certamen, donde marcha apenas dos unidades por encima de los que por ahora promocionan (Estudiantes y Santamarina) y tres por arriba del segundo que desciende (Villa Mitre), equipos que tienen por delante dos fechas por sumar.
El panorama no da para andar especulando. Alumni necesita ganar para escapar de los dolores de cabeza y, aunque aún así puede ir a Promoción, por lo menos tendrá un margen más interesante de cara a la última jornada de la etapa, en la que debe descansar y rezar.
De todas maneras, en el seno del club tampoco ven con malos ojos un empate, si la idea es no caer en el descenso directo.
“Por ahora estamos afuera de todo, mientras los equipos que vienen debajo nuestro también tienen partidos complicados y no creemos que, aquellos que vienen perdiendo fecha tras fecha, se destapen ahora contra los que pelean la clasificación”, reflexionó esta semana Ricardo Carnielli, ayudante de campo del entrenador fortinero, Víctor Riggio.
En ese aspecto, en el plantel sostienen que “Alumni depende de Alumni”, más allá de lo que marquen los números. El tema está en lo que pueda hacer el propio equipo con esa dependencia propia, luego de sumar dos derrotas consecutivas y de llegar a Mendoza más diezmado que nunca, por lesiones y suspensiones que modificaron el ánimo tanto como los malos resultados.
A cambiar
Un partido de fútbol está cargado de historias que se renuevan constantemente. Y en la “dinámica de lo impensado” (como alguna vez escribió Dante Panzeri), una jugada fortuita o un momento de inspiración pueden modificar la vida deportiva de un club. Es por ello que Alumni puede lograr esta noche lo que no pudo en todo el torneo: vencer a Maipú. Sin embargo, deberá sortear primero las propias falencias que se avistaron en los últimos partidos.
De aquel equipo goleador de arranque de año -que tuvo como punto de ebullición el triunfazo ante Talleres, en Plaza Ocampo- a este que llegó a Mendoza, hubo un abismo.
Alumni no sólo lleva dos derrotas consecutivas, sino también dos partidos seguidos sin marcar goles. Dos partidos en los que recibió seis tantos.
Entonces el equipo está obligado a cambiar “el chip” para hoy y retomar aquellos tiempos felices, desde la inteligencia, la agresividad, el orden y la actitud.
En principio, hoy no será el mismo equipo por los nombres. Están ausentes jugadores claves, como el goleador Carlos Herrera, el volante Luciano De Bruno y el delantero Leonardo Abálsamo, pero volverán otros, como Renato Riggio, Román Strada y el delantero Diego Manicero.
Además, por la cantidad de bajas en su plantel, el “Tano” Riggio resolvió armar una estructura diferente, apelando a la línea de cuatro en la defensa, donde Sergio Zanabria - casi siempre puesto de “cinco”- esta vez será zaguero, junto a Gastón Molina.
Arriba, mientras, Manicero acompañará a Federico Depetris, un joven del club que quiere dejar de ser promesa para convertirse en héroe de esta definición tan problemática.
“Una final”
Maipú, el rival de la noche, no quiere dejar pasar la chance que se le presenta para llegar a la punta de la zona de la Fase Reválida, entrar en etapa de clasificación y borrar de una vez por todas las matemáticas que también ubican algo complicado -no tanto- en la tabla general.
“Para nosotros es una final, como para ellos”, advirtió esta semana el mediocampista Enzo Imbesi.
El equipo mendocino se la “tiene jurada” al club villamariense. Y no es para menos. Fue Alumni quien le quitó un largo invicto en Maipú (más de 60 partidos sin perder, desde el Argentino B); además, en otra oportunidad, el equipo que por entonces conducía Marcelo Bonetto supo arruinarle al “Cruzado” una chance de clasificación. Y ni hablar de lo sucedido en Plaza Ocampo la penúltima vez que jugaron los mendocinos, con el cuerpo técnico y el presidente del club declarando en la Departamental San Martín por una agresión a una mujer policía.
Pero la realidad es lo que manda. Maipú, que cuenta con su plantel casi completo y ganó diez puntos de los últimos doce que disputó, buscará el protagonismo absoluto esta noche.
Alumni sabe que la tendrá difícil. Y al final de la noche, se verá si termina brindando con un buen malbec o termina en el piso, luego de recibir otro botellazo en la cabeza.
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