Por Pedro Villalón

En un aburrido encuentro disputado en Ticino, el local Atlético igualó 1-1 con Rivadavia de Arroyo Cabral y, de esta manera, resignó el liderazgo en soledad que ostentaba hasta la jornada de ayer.
Más allá de ciertas inspiraciones individuales que aparecieron a cuenta gotas, el desarrollo general del cotejo fue opaco, parejo, y en el cual a ambos elencos le costó en demasía tomar la iniciativa y dominar las acciones.
Por lo tanto, las acciones de peligro fueron discontinuas en un trámite marcado por la paridad, en el cual la fricción fue el dominador común. Igualmente, pese a dicho panorama, hubo lapsos de emotividad cuando los protagonistas más desequilibrantes (Coria y Rodríguez en el local y Barengo y Damiani en la visita) aparecían en acción.
De esta manera, en las más claras del primer período, a los 9' Coria perdió un mano a mano con Berardo y luego apareció una excelente atajada de Fantino, quien le impidió el gol a Barengo.
Además, algunos desbordes de Rodríguez le permitieron a Ticino inquietar a la última línea de la visita, que pidió gol en una acción de Fantino tras un tiro de esquina.
Apenas iniciado el complemento, a los 8 minutos, el "Mago" Coria mostró su galera y marcó un tremendo golazo cuando controló la pelota de pecho y definió suave por encima de Berardo.
No obstante, llevado por su necesidad, Rivadavia fue al frente y llegó a la igualdad mediante tiro penal efectuado por Damiani (quien luego tuvo el triunfo pero su tiro fue contenido por el arquero rival).
Pese a la aparición de las conquistas, y alguna que otra acción de gol, el cierre del complemento no varió en cuanto a la fisonomía general, ya que hasta los últimos instantes fue muy luchado, con fuertes entradas y con escasez de ideas.
Por lo que el empate le asentó bien al trámite pese a que el Atlético pudo haber conseguido el triunfo en el epílogo por un claro empujón a Coria (era penal), pero el árbitro obvió dicha acción.