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Pasaje de una noche mendocina que mejor es olvidar. Alumni vuelve cargado de tristeza (foto gentileza Los Andes de Mendoza) |
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Escribe: Juan Manuel Gorno (enviado especial de EL DIARIO) El final de Alumni en el torneo volvió a ser lamentable. Llegó al cierre de temporada condenado a la Promoción, perdiendo en Mendoza 2 a 0. Triste. Diezmado por las bajas constantes, con un plantel incompleto y un partido decisivo enfrente, el "Fortinero" no pudo guardar sus problemas en los 90 minutos y pico ante Deportivo Maipú, que lo bajó con dos goles de Nicolás Aguirre y llegó a la punta de la Zona 2 de la Fase Reválida. La caída fue la tercera al hilo en esta recta final y dejó al equipo villamariense sumamente complicado, ya que ahora debe esperar los resultados de la última fecha y ver si finalmente revalida con un equipo del Argentino B o juega un partido para no descender directo. El complejo panorama se cocinó con una producción poco convincente, que tuvo falencias en defensa y nada de contundencia en ataque, lo que facilitó la tarea de un rival mendocino más prolijo para finalizar sus avances. Buscando un orden atrás para sumar aunque sea un punto, el entrenador Víctor Riggio paró una línea de cinco en el fondo y preparó al equipo para contragolpear mediante la velocidad de Diego Manicero. Sin embargo, lejos estuvo de encontrar solidez frente al arco de Jonathan Scalzo porque está claro que a veces no hay sistemas que puedan controlar la inteligencia de un jugador importante. Y en el caso de Maipú, fueron dos los que se inspiraron para encontrar las grietas en el fondo fortinero: Sebastián Coria, para asistir, y Aguirre para definir. El "Pampero" se ubicó de enganche y buscó siempre la aparición de su compañero por la derecha, generando un circuito que Alumni no supo cortar. De arranque, el equipo villamariense padeció los embates de Maipú, pero primero Scalzo –tapando un mano a mano ante Arrigo- y luego Aguirre, desviando un remate, impidieron que el local se pusiera rápido en ventaja. Por el otro arco, mientras, Alumni no pudo sortear con pelota en movimiento a la defensa "cruzada", pero llevó peligro y tuvo posibilidades mediante los tiros libres de Manicero, quien primero remató apenas desviado y después envió un centro para el cabezazo de Nahuel Caler, pero el arquero Oscar Olguín voló y la sacó al córner. Parecía entonces que el partido se podía resolver con eficacia por el lado del equipo villamariense; no obstante, Maipú fue al frente, ganó terreno y posesión de pelota y llenó de situaciones el área rival. Encima, en una jugada individual de contragolpe, Manicero pasó a dos jugadores y falló en la definición, lo que dio más vida a un rival que tomó riesgos. A los 37 minutos, Aguirre, en una de sus tantas apariciones de ataque, recibió la pelota en el área y definió como los dioses, eludiendo a dos defensores. Y así Maipú empezó a desatar una fiesta en su cancha. Alumni debió cambiar en el complemento, cuando apostó a la línea de tres y tomó protagonismo, abriendo la cancha con el aporte de Esteban Canelo. Maipú esperó abroquelado y llegó al segundo gol por una réplica que organizó Coria, con un pase profundo para Aguirre, quien definió con un disparo rasante ante la salida de Scalzo, a los 6’. Desesperado, Alumni trató de imprimir más riesgos y dominó el balón sin tener profundidad, con pocas ideas para romper con el muro defensivo que edificó el local. Apenas otro tiro libre de Manicero que pasó por encima del travesaño llevó peligro hacia el arco de Olguín. En el resto, el equipo villamariense merodeó el área buscando huecos que nunca encontró. Maipú sólo se limitó a defenderse y estuvo cerca de golear cuando Coria reventó el parante superior con un tiro potente. En el rebote, Scalzo le desvió el cabezazo a Benítez. Al final hubo algarabía mendocina, por el sueño de pelear una clasificación y la escapada total de cualquier problema de abajo. El contraste fue Alumni, que vuelve a caer en desgracia deportiva, de donde vaya a saber cuándo podrá salir. La figura Nicolás Aguirre fue el hombre de la noche por sus dos goles, aunque falló más situaciones que, para su suerte, al final no se lamentaron demasiado. También se destacó Sebastián Coria, dueño de los avances maipucinos, por su pegada y sus habilitaciones formidables. El árbitro Flavio Márquez no vio (o no quiso ver) una agresión de Benítez sobre Villagra, lo que hubiera significado expulsión para el volante local en el primer tiempo. En lo demás, el juez se equivocó seguido por el poco compromiso que tuvieron sus asistentes. Igual, no influyó en el resultado y terminó bien el partido.
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