El domingo por la noche se llevó a cabo un espectáculo más que singular y de destacada factura artística en el Rectorado de la UNVM.
El Coro Nonino, elenco oficial de la casa de altos estudios, montó su primer recital humorístico-musical de la mano del compositor y director mendocino Gonzalo Villalba y la actriz Maida Andrenacci de Buenos Aires.
En rigor, el conjunto dirigido por la profesora Cristina Gallo resultó ser el primer coro a nivel nacional en interpretar una propuesta cómica para grupo vocal, escrita por Villalba y titulada “El Corococó”. Según se adelantó al final de la función, la experiencia se replicará en diversos puntos del país con otras formaciones.
A modo de laboratorio de prueba en vivo, el Nonino aportó una impecable puesta que no sólo demandara precisión en lo estrictamente musical, sino además requiriera de los diferentes recursos corporales, gestuales e histriónicos propios del género humorístico.
Con evidentes reminiscencias al rupturista formato esgrimido por Les Luthiers (de hecho Villalba, como miembro del grupo Los Bípedos fue seleccionado para participar años atrás de la “Expo Les Luthiers”), el espectáculo comportaba una parodia de velada formal con diversas mini-obras de música sacra, académica y popular creadas y/o resignificadas desde un guiño satírico y cómplice.
Villalba, quien saliera a escena con una bata blanca, oficiaba de presentador y médico de guardia y los integrantes del coro, como músicos e internos de un aparente neuropsiquiátrico.
El programa comprendió las piezas: “Cantata telefónica”, “La niña soñadora” (una interpretación narcótica que anticipara a la recreación del idilio constituido entre fans y cantante romántico), “Otoño en Pehuajó” (que incluyera una introducción a pura tos y un solista desbordante en catarro, más una readaptación de “Manuelita” de M. E. Walsh), “La beethoveniana” (con la participación del bombisto Lucas Heredia), “Chacarera muy trunca” (para voces masculinas en falsete, en tributo a los “castrati”), “Recuerdos, compuesta en 1900... no me acuerdo” (una oda amnésica con el solista Nicolás Benedetto) y “Gloria” (de la Misa Cumulus Nimbus Est, donde se planeara estrictamente por las notas altas como por texturas modernas y descontracturadas).
El grupo, compuesto por cerca de 25 integrantes, contó además con la colaboración en escena del guitarrista José Santillán y el pianista Ignacio Seia como invitados.
El público, que había ocupado gran parte de la sala, premió la propuesta con un aplauso cerrado en el final. Como fuera de programa, el Nonino interpretó a pleno “Amarradito” de Chabuca Granda, como anticipo al espectáculo que está elaborando con intérpretes y compositores latinoamericanos.
Juan Ramón Seia