El intendente Eduardo Accastello dejó inaugurado ayer a la mañana un Centro Municipal de Atención y Prevención de Adicciones, tras suscribir un convenio con la Funder (Fundación para el Desarrollo Regional) en un acto que se concretó en el predio de esta entidad, situado en el acceso este de la ciudad, en cercanías del Parador de los Camioneros.
Para la asistencia de jóvenes y adultos allí, saldrá un colectivo desde el Centro de Transferencias, en la céntrica avenida Alem, tres veces por semana, según indicó luego del acto a EL DIARIO la subdirectora del Consejo Municipal de la Salud, Elizabeth Theiler, quien impulsó la creación de este centro.
En su discurso, la funcionaria hizo hincapié en el trabajo no sólo con quienes padecen esta problemática sino también con la familia. “La familia no es la culpable sino la responsable en el proceso de trabajar la salud de sus miembros”, resaltó. “Toda la ciudad está atravesada” por este cuadro de adicciones, advirtió.
Luego, Accastello hizo uso de la palabra, en una alocución en la que se resaltaron dos cuestiones: el agradecimiento que hizo a la Iglesia, y el recalcar que este tema es competencia del Gobierno de la provincia.
A la Iglesia le expresó su gratitud por “acompañar” a comenzar a definir lo que ahora se creó. Desde su llegada a la Diócesis de Villa María, el obispo José Angel Rovai se cansó de advertir que la droga era uno de los aspectos que más le preocupaban.
Por otro lado, admitió que “el municipio, que se ocupa de la gente y de la problemática de la población, no podía dejar de atender” esta circunstancia, luego de subrayar que es una responsabilidad vinculada a la provincia o a la Nación.
“Una vez más, Villa María puede mostrarse como modelo vinculado a la justicia social”, afirmó.
El mandatario exhortó a la familia a “involucrarse” en el abordaje de este problema social. “Tiene que involucrarse y no deshacerse del ser humano, muchas veces creemos que nuestro familiar pasa a ser un paquete, que lo internemos y que esté en un lugar lejano”, expresó.
Rescató la nueva ley de Salud Mental a la que calificó de revolucionaria, ya que “pretende una articulación lo más cercana a la familia, evitando que nos saquemos de encima al ser querido”.
Esta casa de “medio camino” entre la tradicional internación y el hogar de la persona que sufre de adicciones comenzará a trabajar la semana próxima (ver página 4). El titular del Ejecutivo local adelantó que en octubre se abrirá un centro de estudios de las adicciones, con financiamiento del Gobierno de la Nación. “No existe en ningún municipio, porque es competencia provincial”, aclaró. El laboratorio “permitirá ajustar el diagnóstico y hacer el seguimiento” del paciente.
Consideró que se está “dando un paso gigantezco”.
Hubo numerosos agradecimientos a Nilda Gamacchio, la titular de Funder -entre otros objetivos, tiene el de promover el desarrollo socioeconómico de sectores marginados- quien dijo que pondrá empeño en “acompañar con responsabilidad” la iniciativa.