Rosso y García revelaron ayer que la empresa DPA realizó una “caza de brujas” al relevar con escribanos a los trabajadores que iniciaron las medidas de fuerza, llevadas a cabo en todo el país.
“Hay un grueso de contratados a los que no quisimos involucrar”, aclaró. “Parece que retrocedimos en el tiempo y se volvió a la época de la caza de brujas”, denunciaron.
Bajo convenio, esta planta tiene a 80 empleados. Produce 800 mil litros diarios de leche “por lo que puede absorber tranquilamente este aumento”, explicaron los dirigentes gremiales.
“Hace tres meses que venimos hablando en esta planta para no llegar a esta medida”, apuntaron.
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