Los representantes de las cámaras de productores lecheros de Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Santiago del Estero confían en que en el año 2011 la lechería crezca entre un 6% y un 7%. Pero sostienen que ese crecimiento podría ser un bumerán sino se fijan leyes de comercialización claras.
Alejandro Leveratto, presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec) dijo en el acto de presentación de la CIPLE que necesitan “reglas de juego claras” para que tenga sentido invertir y mejorar la cantidad y calidad de la producción. Aseguró que trabajan con los distintos actores del sector para crecer en ese sentido.
La liquidación única sería un paso importante para lograrlo, aunque aún no hay fecha cierta de implementación (ver recuadro en página 19), aunque aseguraron que está la decisión política de aplicarla.
Para mejorar las reglas de comercialización aprendiendo de lo que pasa en el mundo, es que las cuatro cámaras organizan el Congreso Internacional de Lechería.
Se realizará en Villa María y Sunchales entre el 19 y el 23 de setiembre. Vendrán representantes de cámaras de productores de América, de Europa y de Oceanía para relatar sus experiencias en lo que hace a organización de la comercialización.
En la rueda de prensa que se realizó en Buenos Aires para anunciar el CIPLE, estuvieron presentes, entre otros, Juan Melchor Trossero, secretario de Caprolec; Ricardo Garnero, secretario de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprosalfe); Silvio Sacchi, presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Santiago del Estero y Alfredo Eléspuru, presidente de la Mesa de Productores Lecheros de La Pampa.
Los cuatro analizaron para EL DIARIO la situación de sus provincias, notándose una marcada diferencia en las dos últimas, donde todavía la producción es incipiente.

La Pampa y Santiago del Estero

Apostar a la lechería en estas provincias es un desafío. Así coincidieron en señalar Sacchi y Eléspuru, dado que sobreviven algunos tambos, en general, de no más de 1.500 litros diarios.
Desde ambas cámaras están trabajando para promocionar la lechería por varias razones. Una de ellas, es que permite que la gente se quede en el campo, evitando que amplias regiones del país se conviertan en desiertos.
En el caso de La Pampa, Eléspuru señaló que antes de la crisis, eran 400 los tambos que había en su provincia. “Hoy quedan 120 más o menos y todos dispersos. No hay más de 4 a 5 por región”, indicó.
Esto representa una gran dificultad para organizarse. “No todos tienen el tiempo ni la plata para trasladarse 300 kilómetros -que es lo mínimo si buscás un punto central- para participar de reuniones gremiales. Con la cámara, lo que estamos haciendo es comunicación electrónica, para mantenernos de alguna manera en contacto”, señaló.
Considera que por las extensiones de campo en La Pampa y las condiciones climáticas -escasas e irregulares lluvias- apostar al tambo es una buena decisión. “Con los campos nuestros, que son de los pequeños productores, no hay margen para soja ni para engordar novillos. Te alcanza para un tambo, pero igual hay que dar una mano, porque con inversión, se puede producir más. ¿Pero quién invierte sino sabe a cuánto va a estar la leche en el futuro?”, dijo.
A su turno, el representante de Santiago del Estero, se mostró optimista al señalar que “desde 2009 viene creciendo un poco la lechería de nuestra provincia”.
Igual, hay en la actualidad apenas 184 tambos en el sur de Santiago del Estero, que producen, en promedio, 1.500 litros diarios. En el norte, en una zona de riego, hay otros 25 más.
“Hay buenas perspectivas, pero tenemos que invertir mucho en infraestructura. Creo que vale la pena, no sólo por razones económicas, sino sociales”, afirmó.

Santa Fe y Córdoba

Entre ambas provincias producen el 70% de la leche del país. Tanto Ricardo Garnero, de Meprosalfe, como Juan Melchor Trossero, de Caprolec, coincidieron en señalar que las buenas condiciones de 2010 repercuten en la producción de este año, augurando un crecimiento del 6% al 7%.
“Igual estamos trabajando para que haya reglas de juego claras. Nosotros hacemos los deberes, pero es importante que se llegue a los acuerdos institucionales que den previsibilidad al negocio de la lechería. Hasta el momento, hay acuerdos, pero no con la permanencia en el tiempo que anhelamos. Pero vamos caminando en ese sentido”, aseguró Trossero.
A su turno, Garnero señaló que “cuando logremos que nos paguen por calidad (liquidación única) y arribemos a las reglas claras de comercialización, creo que el negocio va a crecer”.
“Ahora está de moda encerrar las vacas, darles confort y así aumentar la producción. Eso lo sabemos todos. Pero para hacerlo, hay que invertir entre 2.000 y 2.200 dólares por vaca y para hacer esa inversión, necesitamos un marco de previsibilidad”, reiteró.
“No se trata de crecer por crecer, librados a las leyes de mercado”, agregó Trossero. “Desde 1988 hasta el año 2003, cuando no hubo intervención estatal, desaparecieron del mapa 5.000 productores. Es claro que la lechería debe tener regulación”, concluyó Trossero.