Lo que era un rumor dentro de un círculo cerrado de la ciudad, comenzó a ventilarse a partir de la publicación de un trascendido en la edición de ayer de este medio: a los dos emprendimientos hoteleros que llevan adelante reconocidas familias de empresarios en el centro (Caula) y las afueras de la ciudad (Veneranda y Montagner), se sumaría un tercero que ya pasó la etapa de proyecto.
Se trata de un hotel de la cadena internacional Sheraton, de cinco estrellas, que se edificaría al lado de la torre Arte Park, ubicada sobre la calle Rawson, frente al Parque Pereira y Domínguez.
En la Municipalidad de Villa María dijeron ayer a EL DIARIO que estaban “al tanto” de la intención, aunque aclararon que no tenían “participación alguna” en las reuniones que se vienen realizando entre privados.
La información a la que había tenido acceso este medio en primera instancia, daba cuenta de la intención de los desarrollistas de ofrecer la remodelación completa del Parque Pereira y Domínguez, a cambio de algunas excenciones iniciales.
Ahora se supo además que los interesados en el emplazamiento tienen el visto bueno de los representantes en argentina de Starwood Hotels & Resorts Worldwide, una cadena hotelera que tiene su sede en White Plains, Nueva York, propietaria no solamente de los Sheraton, sino también de los Westin, los Four Points by Sheraton y los The Luxury Collection.
“El estudio de factibilidad no es nuevo... lo nuevo es que el proyecto está finalizado y que ya se buscan posibles socios locales”, se indicó al periodista de este medio.
Dicho estudio estaría indicando, entre otras cosas, que “los primeros hoteles que se llenan en esta ciudad son los de más categoría”.
En efecto, cada vez que este medio realiza una ronda de consultas para conocer cómo se comportó la capacidad hotelera en fechas señaladas (Festival de Peñas, Semana Santa, Agroactiva, ERICCA, etcétera), resulta que los establecimientos que primero se llenan son los de mayor nivel, es decir, Howard Johnson, Presidente, Samarán...
Estos y otros datos villamarienses no pasan desapercibidos para los capitales foráneos, que adivinan oportunidades de negocios.