Semanas atrás, la Casa Balear Villa María realizó la tradicional Fiesta de San Juan, en su nueva sede de calle Bartolomé Mitre 82, planta alta (altos Casa España). En la misma se sirvió chocolate y masas típicas baleares, y también se realizó una feria de platos típicos.
En un salón colmado de descendientes y amigos, se inició la tarde con el relato del significado de la Fiesta de Sant Joan y los más pequeños representaron los diferentes integrantes de la caravana junto a sus “caballos”.
El Grupo Teatral de la Casa presentó la obra Carne Gaucha de Santiago Serrano en una adaptación de la misma que realizó Antonio Giacardi, quien está a cargo de la dirección en la pieza que en tono de ironía y absurdo relata las andanzas políticas de nuestro país. Actuaron en la misma Esperanza González Llabrés, Raquel Mercadal Mir, Jacqueline Caruso Mercadal y Antonio Giacardi.
La tarde estuvo colmada de bailes españoles. De la región central de España se danzaron bulerías y rumbas flamencas que estuvieron a cargo de Romina Martínez, Meli Peralta, Sofía Nicosia y Marta Izaural. De la región de Andalucía y con la coordinación de Alicia Rolfo, Carla Ampoli y Florencia Merino bailaron faruca, en tanto que Abigail Medina y Cintia Pérez bailaron el flamenco vino tinto.
El Grupo Miyonets Almendra conformado por las niñas de la Casa Balear, Micaela y Florencia Caballero, Laura, Lucía y Victoria Sugrañes, Sofía y Marisa Mir, Valeria Forneris y Micaela Konkurat bailaron el bolero Kativa, Jota Sagitara, Jota de San Juan y Bolero Menorquín.
Coronó la tarde el Grupo de Danzas Juvenil de la Casa Balear, quienes cuentan con una gran experiencia y dedicación a las danzas baleares y se encargan de representar exitosamente la cultura balear en diferentes eventos realizados en todas partes de la república, colaborando con la tarea de difusión de la cultura balear y conocimiento de nuestras raíces que lleva adelante como objetivo primordial la Casa Balear presidida por Raquel Mercadal Mir.
La finalización del festejo se realizó con el encendido de la tradicional fogata, en el predio enfrente al salón, donde se quemó al demonio (realizado por el grupo de jóvenes), junto a todo lo negativo del año.