...y de pronto se perdieron las palabras, sólo las formas y las cosas perduraban pero había olvidado el modo de llamarlas... (testimonio de un paciente afásico).
Ninguna frase es más acertada y explicativa que ésta para poder expresar lo que le ocurre a una persona que padece afasia; un trastorno del lenguaje que no es una enfermedad en sí misma sino la consecuencia de una enfermedad, como puede ser un accidente cerebro-vascular, un tumor cerebral o un traumatismo de cráneo, entre las causas más comunes que producen un daño en las áreas del cerebro encargadas de la expresión y comprensión del lenguaje.
La afasia es un trastorno del lenguaje y por ende de la principal forma de comunicación. En ella la persona pierde, en distintos grados, la capacidad de expresarse ya sea de manera oral, escrita o gestual como así también de comprender a sus pares por cualquiera de estas vías. Por lo tanto la comunicación se ve afectada en distintos planos y niveles de severidad y vuelve al individuo muy dependiente de sus más allegados, quienes buscan la forma de comunicarse con él y hacerle de intérprete.
Debido a la relevancia de este problema la persona con afasia deberá enfrentar desafíos permanentes para poder intentar mantener los roles que desempeñaba con anterioridad, lo que en la gran mayoría de los casos no llega a lograrse, o al menos en corto plazo. Generalmente las familias sufren diferentes crisis que las afectarán de distintas maneras pero siempre en grado importante, hasta lograr la aceptación del problema y entonces comenzar a transitar el largo, pero posible camino de la recuperación de paciente afásico.
Tipos de afasia
Existen diferentes tipos de afasia, teniendo en cuenta el lugar y el grado de la lesión producida en el cerebro. Los tres tipos más importantes son:
-Afasia de Broca o afasia motora: la persona tiene severas alteraciones para hablar, lo hace con frases cortas o palabras sueltas y en casos muy severos pueden estar incapacitados para emitir palabras y sólo producen sonidos. Por lo general pueden entender lo que hablan los demás aunque en grados diversos, son relativamente conscientes de sus dificultades y esto puede llevarlos a frustrarse muy fácilmente por sus problemas de comunicación.
-Otro tipo es la afasia de Wernicke o afasia sensorial: en este tipo los pacientes hablan con oraciones largas pero sin significado alguno, agregan, quitan o inventan palabras (sin sentido para nuestra lengua) y presentan alteraciones en la comprensión del lenguaje desde leves a severas. En general no son conscientes de sus problemas, por lo que es más dificultosa su rehabilitación ya que si uno cree que está hablando bien no ve la necesidad de ejercitarse para mejorar y cuando logran darse cuenta de sus alteraciones caen en una suerte de depresión por entender que no pueden comunicarse con sus pares.
-Y por último, el tipo de afasia más complicado de los tres es la afasia global que aparece a partir de daños extensos en el cerebro: en estos casos las dificultades en la expresión y comprensión del lenguaje son muy severos y limitan la vida de relación de la persona.
Hablemos de los síntomas
Como existen diferentes tipos de afasia existen diferentes tipos de síntomas pero nombraremos aquí los síntomas generales.
*Dificultad para hablar, leer, escribir y comprender lo que se escucha en distintos grados de severidad.
* Trastornos emocionales de diferentes tipos.
* Desorientación en tiempo y espacio.
* Reacciones exageradas de risa y llanto sin motivo aparente.
* Alteraciones en la memoria, atención, concentración, cálculo matemático entre otras funciones cerebrales.
Estos son los síntomas más habituales pero se debe tener en cuenta que cada persona es un ser en sí mismo y por ello los síntomas varían de un paciente a otro aún cuando la causa que provocó la afasia en cuestión sea la misma o parecida.
¿Cómo lo
ayudamos?
Lo principal es saber que se pueden hacer muchas cosas para mejorar y que siempre hay posibilidades de hacerlo.
El tratamiento de neurorehabilitación que requieren estas personas que presentan afasia es muy extenso y lento debido a que estamos hablando de lesiones en diferentes porciones del cerebro y que por la alta complejidad de las células lesionadas se requiere de mucho trabajo y esfuerzo, perseverancia y paciencia para lograr que la función de las áreas lesionadas sea cumplida por otras que no lo están y que tenían otras funciones previas.
No vamos a extendernos aquí en las distintas maneras de tratamiento que existen porque no es el tema en cuestión; lo más importante a saber es que el tratamiento debe y tiene que ser interdisciplinario, con un equipo de especialistas de distintas áreas (tengamos en cuenta que por lo general las personas con afasia presentan también alteraciones motoras o cognitivas dependiendo de la causa de la misma) con fonoaudiólogo, kinesiólogo, neuropsicólogo, nutricionista, psicólogo, neurólogos, etcétera y todos los profesionales que requiera cada caso en particular.
Lo fundamental es saber que si bien muchas o algunas de las secuelas de la afasia, según sea el grado y lugar de la lesión, pueden acompañar de por vida a la persona que la padece, a partir de una rehabilitación adecuada en manos de profesionales capacitados para realizarla y en el momento justo, se pueden recuperar las habilidades perdidas y reinsertar a quien la presenta a su ámbito familiar, social y hasta laboral.
Lic. Marcela Franco
Neurorehabilitación Fonoaudiológica
MP 7379
Centro Neurológico del Sudeste
Otras notas de la seccion Tiempo de salud
Diez preguntas acerca de cirugía de aumento de mamas
"Amamantar y trabajar ¡logremos que sea posible!"
Más del 60% de los argentinos padece de reflujo gastroesofágico
Jornadas de Salud Mental
Aumentan casos de verrugas genitales causadas por el virus del papiloma
|