Cada vez que llega esta fecha se nos impone esta tarea de reflexionar sobre uno de los aspectos más importantes de la vida en todas sus
manifestaciones: laboral, empresarial, profesional, personal y, por si fuera poco, rayando la tranquilidad y el bienestar de todos los componentes de la sociedad.
No otra cosa persigue la filosofía del SEGURO, como no sea procurar la protección de los bienes, servicios, personas y las responsabilidades emergentes de cada actividad. Así cumplimos con la premisa de darle el verdadero valor que implica el contrato entre asegurador y asegurado, lazo vital que implica recíprocas obligaciones y derechos contenidos en las respectivas pólizas. Frente a los avatares por los que atraviesa la crisis globalizada, enfocamos el tema con un criterio actualizado y válido para orientar a los actores de una actividad que no escapa a los cimbronazos actuales y por venir.